24 de septiembre de 2012

Historias en las que vivimos

“[W]e need all of us, whatever our background, to constantly examine the stories inside which, and with which, we live. We all live in stories, so-called “grand narratives”: nation is a story, family is a story, religion is a story, community is a story. We all live inside and within, and with, these narratives, and it seems to me a definition of any living, vibrant society that you constantly question those stories, constantly argue about them. If fact, the argument never stops. The argument itself is freedom. It’s not that you come to a conclusion about it, but that you live in a world in which you argue constantly about that world. And through that argument you change your mind sometimes, you decide that things that you used to accept in a society you no longer wish to accept; things that you did not accept in a society you begin to wish to accept. And that’s how societies grow. When you can’t retell for yourself the stories of your life then you live in a prison, then those stories don’t become the source of liberty, they become the source of captivity, because somebody else controls the story, and somebody else tells to you: ‘This is what it means, this is how you think about it, this is the only way in which the story can be told. And if you disagree with that we will come and do something terrible to you.’”

Salman Rushdie, hablando sobre "Secular values, human rights and Islamism" (a partir del instante 49 min 12 s).

4 de septiembre de 2012

Estoy buscando...

...y, aunque a estas alturas cabría pensar que lo que busco debería ser relativamente sencillo de encontrar, lo cierto es que no lo encuentro.

Busco la música que a Lucinda le gustaría hacer y escuchar, porque esa es la música que a mí me gusta. Pero tengo la sensación de que todo suena igual, salvo los tíos y tías que ya me gustan.


«I think in the world of rock music or whatever it’s called—anything outside of Nashville—there’s a lot more freedom within that industry to do whatever you want to do. Nashville tends to fall into this cookie-cutter syndrome. All the records are trying to sound the same. All the people coming to Nashville, who didn’t know anything about country music, they’re all coming to town, saying, “Hey! I’m going to write a country song! I’m going to jump on the bandwagon. There’s money to be made here in this country-songwriting business.” And the artists who were a little different and a little edgier—the industry didn’t support them. They have a tendency not to support the music that sounds like the older country stuff. I don’t know why that is.»

«I think in the world of rock music or whatever it’s called—anything outside of Nashville—there’s a lot more freedom within that industry to do whatever you want to do. Nashville tends to fall into this cookie-cutter syndrome. All the records are trying to sound the same. All the people coming to Nashville, who didn’t know anything about country music, they’re all coming to town, saying, “Hey! I’m going to write a country song! I’m going to jump on the bandwagon. There’s money to be made here in this country-songwriting business.” And the artists who were a little different and a little edgier—the industry didn’t support them. They have a tendency not to support the music that sounds like the older country stuff. I don’t know why that is.»

Lucinda Williams, entrevistada en The Believer

Busco y rebusco (Spotify, Facebooks varios, Allmusic, you name it), pero nada.

Sí, tantísimo tiempo desaparecido, sin escribir, y lo que vengo a soltar es mi mismo rollo de siempre.

Ea.

Ah, por cierto, escribir no escribo, pero lo que no dejo de hacer es abrirme más blogs.

Je.

4 de julio de 2012

«Thank you, nature»

Aunque apenas me he enterado de nada, he seguido fielmente la rueda de prensa de esta mañana en el CERN y reconozco que me he emocionado cuando el auditorio ha roto en aplausos cuando el portavoz de uno de los experimentos que trataba de detectar el dichoso bosón de Higgs (¡ojo, nada de partícula de dios!) ha mostrado esto:


Qué le vamos a hacer. :)

27 de junio de 2012

«[T]here's [an] aspect of the way we manage globalization that I think contributes in an important way to inequality, and that is, I think it's very asymmetric. We allow free movement of goods, free movement of capital, but there's not a free movement of labor.

And what does that mean? It means that corporations can come to workers and they can say: "Look, if you don't accept lower wages, we're going to move to China or some place else, and we can bring our goods back to the US". So, either they accept the lower wages or either they accept the loss of jobs. They are really put in a bind.


I tell my students: "Think about a different set of rules. Think about what would happen if we said labor could move freely but capital couldn't, you could imagine that." And then countries would have to compete to get labor, schooled labor, to move within their country. You'd have to have good schools, clean air... A very different society that the one that we're having, where we're having a race to the bottom, in terms of workers.


That's just another example of how our rules increase inequality and weaken our society.
»


Joseph Stiglitz, presentando su libro "The Price of Inequality: How Today's Divided Society Endangers Our Future" en el Commonwealth Club de California. [A partir de 35 min 15 s]

26 de abril de 2012

Contar la vida (y la muerte)

Hay que ponerse a contar. A contar en el sentido aritmético y en el sentido narrativo. Hay que contar para recordar y hay que contar para comprender, y hay que contar también para que el recuerdo y la comprensión de lo vivido por otros se transmute en experiencia personal de esa manera íntima que quizás sea posible a través de la literatura, o de esa forma de novela visual que es el cine. Hay que contar exactamente lo que pasó y hay que empezar a hacerlo ahora que todavía viven y están lúcidos la mayor parte de los protagonistas, los testigos, las víctimas no ejecutadas. Hay tiempo, pero es urgente. Y no solo porque, como reflexionó con tanta melancolía Primo Levi, la memoria es falible y se debilita a cada momento. Hay que contar para que no se imponga la tergiversación y para que los verdugos y los responsables no cuenten con ese eficaz aliado del crimen, el olvido.

Hay que contarlo todo, desde luego. No se mata ni se tortura a nadie, ni a quien ha matado o torturado. Y hay que contarlo todo no por equidistancia sino por amor a la verdad y porque sin el recuerdo completo no es posible ese logro tan difícil, y sin embargo tan necesario, la reconciliación, o al menos la convivencia razonable. Hay que contar el número de los asesinados, de los perseguidos, de los chantajeados, de los expulsados, de los torturados. Es importante la máxima exactitud posible de las cifras para hacerse una idea de la magnitud de la epidemia. Hay que saber cuántos se fueron porque ese número es un indicio del éxito de quienes mataban o acosaban para limpiar el censo electoral de votos hostiles. Habría que saber, pero no es posible, cuántos que deberían haber alzado la voz eligieron callar; cuántos fingieron aquiescencia con la conformidad impuesta por los criminales; qué porcentaje de gente hace falta que se someta o que calle para que una comunidad entera quede sometida, sobre todo en esos lugares donde se conoce todo el mundo y no es posible el refugio del anonimato: un claustro de instituto o de facultad, por ejemplo, un pueblo pequeño, una empresa. Es relativamente fácil contar el número de los asesinados, los heridos, los mutilados para siempre, pero no puede hacerse el censo fiable de todas las vidas que quedaron destruidas o dañadas por la lenta onda expansiva de cada crimen, que prolonga su efecto, invisible desde fuera, a través de los años y de las generaciones.

Para saber algo sobre eso hace falta la otra forma de contar: la narrativa. España es un país en el que se reivindica la memoria tan perezosamente, tan retóricamente, que los mayores esfuerzos tienden a hacerse cuando quienes pudieron y debieron contar están ya muertos. Hace falta levantar el gran archivo oral de todos los que han sufrido, los que han vivido para contarlo, los conocidos y los desconocidos, los iletrados y los filósofos, cada uno de ellos depositario de una tesela en lo que será el gran mosaico de una historia monstruosa, y quizás también ejemplar. Algo tienen siempre en común todos los verdugos ideológicos, los intoxicados por la religión y los intoxicados por el milenarismo político, y los peores de todos, los que de un modo u otro han combinado los dos, y por lo tanto han matado todavía con más convicción, porque se aseguraban la salvación de las almas al mismo tiempo que creaban el paraíso sobre la tierra: tienen en común que no ven personas individuales, sino grandes grupos humanos, abstracciones sagradas y abstracciones repulsivas, masas que merecen la salvación o masas que merecen el exterminio. Ven al proletariado, ven a la raza, ven al pueblo, y los ven en una apoteosis de beatitud o de maldad, ven a la comunidad de los fieles o a la de los infieles, pero más allá no ven nada, y si se fijan en alguien en concreto es para verlo como la representación de algo, de alguna clase de identidad colectiva, y a continuación lo idealizan o le pegan un tiro, lo abrazan o lo expulsan, pero siempre sin fijarse mucho, porque padecen una extraña aflicción ocular que les impide distinguir rasgos individuales, o porque consideran que esos rasgos carecen de importancia.

De modo que frente a las abstracciones hay que levantar las identidades personales y los nombres, meticulosamente, y para eso nada más útil que las artes narrativas, las novelas y los cuentos y los libros de memorias y las crónicas, los documentales y las películas de ficción. Otra cosa que tienen en común los verdugos y sus cortesanos es la facilidad para el olvido, la urgencia casi jovial por “pasar página”, por “mirar más hacia delante y menos hacia atrás”, etcétera. No hay injurias más fáciles de olvidar que las que han sufrido otros, sobre todo si es uno mismo el que las ha cometido. Y como también explicó Primo Levi, los que han cometido crímenes o han sido cómplices tienen la extraordinaria facultad de convertir la mentira sobre el propio pasado en recuerdo verdadero. Cuanta más información haya, cuantos más testigos hablen, cuantas más historias se cuenten, más difícil será que prevalezca la mentira o que se imponga demasiado pronto el olvido.

Cuando uno está lejos le afectan todavía más ciertas historias. Me acuerdo de la pena inmensa de ver hace unos años en el Centro Rey Juan Carlos de Nueva York el documental de Iñaki Arteta sobre algunas de las víctimas menos conocidas del terrorismo, Trece entre mil. Y esta semana he revivido ese mismo desgarro viendo en el Cervantes, que dirige ahora con energía recobrada Javier Rioyo, la película de Manuel Gutiérrez Aragón Todos estamos invitados, y escuchando a dos novelistas que han escrito con claridad y potencia literaria sobre las vilezas más sórdidas de las que se alimenta el terrorismo, José Ángel González Sainz y Fernando Aramburu. Gutiérrez Aragón muestra cómo el crimen, el chantaje y el miedo pueden coexistir fluidamente con los rituales de una sociedad próspera en la que el pistolero y su víctima viven sumergidos en una misma y vaga zona gris en la que se confunden los cómplices, los instigadores de manos limpias, las personas decentes pero cobardes, los indiferentes, los distraídos. En Ojos que no ven, González Sainz hizo una crónica de lo real que tiene por dentro una armazón de fábula. Años lentos, de Fernando Aramburu, es una novela construida con esa infrecuente destreza que alía la transparencia y la complejidad: una novela sobre gestaciones más o menos frustradas —la de una criatura, la de un joven terrorista— que trata también de la gestación de una novela. Los “años lentos” son los del declive a la vez desganado y siniestro del franquismo, ese pasado ya remoto que en las páginas de Aramburu nos da escalofríos a quienes lo conocimos, un tiempo de torturadores bronquíticos de tabaco negro y palillo de dientes y de sotanas lúgubres que empezaban a bendecir a los pistoleros tan untuosamente como recibían bajo palio al viejo tirano sanguinario.

Para esto vale el oficio al que nos dedicamos: para que nada se quede sin contar.

Antonio Muñoz Molina, Tiempo de contar, en El País de 21 de abril de 2012.

23 de abril de 2012

Actuamos como ratas
en circunstancias de que somos dioses
bastaría con abrir un poco las alas
y pareceríamos seres humanos
[...]

Nicanor Parra

18 de abril de 2012

Tengo la kabeza en un sitio tan raro que ni siquiera sé cómo empezar a explicarlo.

Creo que paso demasiadas horas delante de la pantalla, que el tiempo me cunde demasiado poco, que me rondan demasiadas ideas que acaban en nada, que empiezo demasiadas cosas que nunca acabo... En ese plan. Hasta hace poco, también pensaba que "hablaba" (escribía) demasiado. Ahora ya no. O igual sí, pero es en Facebook y no aquí.

Una de esas tantas cosas que dejo a medias es mi dieta de desintoxicación informativa. Quizá por ahí empiece a ver algo de luz.

Hala.

14 de marzo de 2012

Hoy, día de pi (iiiiiiii...), es también el cumpleaños de Albert Einstein.

La gente de minutephysics lo celebra publicando este vídeo sobre cómo Einstein dedujo que el agua debía estar formada por átomos (o moléculas) a partir del movimiento aparentemente aleatorio de partículas diminutas, pero visibles, suspendidas en ella:

9 de marzo de 2012

«I'm pessimistic about a lot of things, but [...] there's no reason to be miserable about it.»

Cormac McCarthy

Esta es la idea

«There are only two ways to live your life. One is as though nothing is a miracle. The other is as though everything is.»

(Supuestamente) Albert Einstein

Information overload vs Information diet

Es probable que ya haya escrito aquí algo parecido, porque es una de mis obsesiones, malgré moi. Tengo que aprender a relacionarme de una manera sana y relajada con la información. Porque, como dice aquí David Weinberger, uno de los tíos que mejor piensan sobre cómo internet está cambiando nuestra manera de saber, de conocer:

There are more things to see in the world than any one human could ever see. Some of those sights are awe-inspiring. Some are life-changing. Some would bring you peace. Some would spark new ideas. But you are never going to see them all. You can’t. There are too many sights to see. So, are you suffering from Sight Overload?

There are more meals than you could ever eat. Some are sooo delicious, but you can’t live long enough to taste them all. Are you suffering from Taste Overload?

Or, you’re taking a dip in the ocean. The water extends to the horizon. Are you suffering from Water Overload? Or are you just having a nice swim?

That’s where I think we are with information overload. Of course there’s more than we could ever encounter or make sense of. Of course. But it’s not Information Overload any more than the atmosphere is Air Overload.

It only seems that way if you think you can master information, or if you think there is some defined set of information you can and must have, or if you find yourself repeating the mantra of delivering the right information to the right people at the right time, as if there were any such thing.


Que, según lo entiendo yo, va en la línea de lo que Clay Shirky, otro de los güenos güenos, dijo hace un tiempo: «It's not information overload, it's filter failure».

Ahora mismo, lo que creo que tengo que hacer es aprender a ser disciplinado en mi consumo de información. Hay quien se machaca con la dieta Dukan; yo estoy leyendo The Information Diet:

3 de marzo de 2012

Ciencia y tecnología

Por circunstancias en alguna medida azarosas, diez años después de terminar la carrera y dar la espalda a la ciencia, acabo reencontrándome con ella desde otro sitio.

Y veo a mi alrededor gente que, de una u otra manera, duda de la ciencia. Creo que, en general, porque no da respuesta a las preguntas o los problemas que les acucian.

Es verdad que aún nos queda mucho por entender, en particular, por ejemplo, con respecto al funcionamiento del cerebro humano. Pero creo que quienes dudan de la potencia y la capacidad de la ciencia muchas veces pasan por alto una idea que para mí es fundamental: para darse cuenta de lo mucho que sabemos sobre cómo funciona la naturaleza ni siquiera hace falta leer libros como Por amor a la física (cuñita...); basta con pensar que la base de toda tecnología que nos rodea, en la que vivimos (la luz eléctrica, el gas con el que acabo de calentar mi café, internet, la radio que estoy escuchando mientras escribo...), es precisamente ese conocimiento de las leyes que rigen el mundo del que algunos aún dudan.

1 de marzo de 2012

Física en un minuto



¡La caña!

Más vídeos como este en el canal de minutephysics en YouTube.

28 de febrero de 2012

Si no habéis visto Eastbound & Down (en español, De culo y cuesta abajo) y no sabéis quién es el mítico Kenny Powers, este anuncio os parecerá una gilipollez.

Si habéis visto la serie (de las más pasadas de rosca que conozco...), os parecerá una gilipollez igualmente, pero os partiréis el culo. Como yo.



:-P

26 de febrero de 2012

El bosón de Higgs y la gente del CERN



El vídeo aparece en el artículo de Jon Butterworth en The Guardian titulado «Gaming the system? Neutrinos, theorists and citations»

24 de febrero de 2012

Ella



«[Ella Fitzgerald] performed a cultural transaction as extraordinary as Elvis's contemporaneous integration of white and African-American soul. Here was a black woman popularizing urban songs often written by immigrant Jews to a national audience of predominantly white Christians.»

Gracias a Carlos Galilea, en el programa de ayer de Cuando los elefantes sueñan con la música, titulado Ella y Milton, me entero de esta frase (¡grande!), que apareció en la necrológica de Ella en el New York Times y yo he encontrado en Wikipedia.

23 de febrero de 2012

How geek/freak am I?

Ayer, mientras cocinaba un exquisito pisto del que no tengo foto por culpa de mi puto teléfono, escuché con fruición una fantástica introducción a la relatividad general de Einstein (partes 1 y 2) en el podcast de un programa del que ya hablé aquí hace tiempo, 7th Avenue Project.

18 de febrero de 2012

“Every atom in your body came from a star that exploded. And, the atoms in your left hand probably came from a different star than your right hand. It really is the most poetic thing I know about physics: You are all stardust. You couldn’t be here if stars hadn’t exploded, because the elements - the carbon, nitrogen, oxygen, iron, all the things that matter for evolution and for life - weren’t created at the beginning of time. They were created in the nuclear furnaces of stars, and the only way for them to get into your body is if those stars were kind enough to explode. So, forget Jesus. The stars died so that you could be here today.”

Lawrence M. Krauss
«If you've been a fan for as long as I have been there's a trust that's been built up over time, and it becomes this thing where it's like you're getting a phone call from a friend you haven't heard of in a long time, and you're getting his perspective, and what he's been up to. It's just this sort of intimate thing that you can't get from anybody else.»

Ron Sexsmith, hablando sobre la música de Leonard Cohen

14 de febrero de 2012

Dayna needs your help

Ese puto libro me dejó tocado. Acabé con él hace dos semanas y hasta hoy no me he recuperado.

Iba a escribir sobre el nubarrón gris que tenía encima (no de tristeza, sino de mala hostia, de caca de la vaca, de mirarme el ombligo y dejar de compartir), pero hoy, día de San Valentín, me levanto prontito, abro Facebook mientras desayuno frente al ordena (as hikikomoris would...) y me encuentro una nota de Dayna Kurtz en Facebook que dice así:

let's take back this insipid bullshit holiday from hallmark. i will play proud loner songs for the single, i will play fuck you songs for the fucked. i will play marriage is sometimes really boring songs for the married. and i may even play a couple of love songs, but only cause i WANT to. not cause i HAVE to.

[Recuperemos esta insípida fiesta hipócrita de las manos de Hallmark. Tocaré canciones de solitarios orgullosos para los solteros, tocaré canciones de «que te jodan» para quienes estén jodidos. Tocaré canciones de «el matrimonio a veces es un verdadero coñazo» para los casados, y puede que incluso toque un par de canciones de amor, pero solo porque QUIERO hacerlo, no porque TENGA que hacerlo.]

Y de pronto la nube se esfumó. A tomar por culo. Ya está bien, coño.

Dayna toca esta noché en el Barbès, en Brooklyn, donde es una habitual. Cómo me gustaría escuchar su vozarrón hoy en directo... (who knows, maybe she plays when we're there too... :-P)



En fin, a lo que iba. Su mensaje en Facebook me ha hecho recordar que anoche me puse como deberes echarle un vistazo más detenido a la petición de pasta que Dayna ha colgado en su web para sacar en Estados Unidos su disco American Standard, que ya publicó hace un par de años en Europa, y uno nuevo, Secret Canon Vol. 1:



Como podéis ver en su web, hay muchas posibilidades de colaborar: desde hacer una donación porque ella lo vale (¡y lo vale!) a comprar los discos y camisetas (aún por diseñar) para toda la familia, pasando por un concierto privado en tu casa (¡!).

Por supuesto, como buen flipadillo, yo voy a echarle una mano :)

19 de enero de 2012

A Universe from Nothing

Este libro me llama la atención.

Me fascina ;) la idea de que todo el universo no sea más que fruto de un «accidente» cuántico, que igual que existe podía no haber existido, que, de la misma forma que durante mucho tiempo hemos pensado que había un solo universo, ahora hay gente que piensa que puede haber muchos, infinitos universos, quizá incluso con leyes físicas distintas.


Krauss finds something in nothing from ASU News on Vimeo.

Además, Krauss ha escrito un libro sobre la contribución de Richard Feynman a la ciencia, Quantum Man, que empecé a leer hace unos días (iba a decir que «lo estoy leyendo», pero sería falsear la realidad...), que retomaré en algún momento, y que me estaba pareciendo, también, de lo más fascinante...

(Supe del libro por Brain Pickings, cómo no...)

16 de enero de 2012

Mississippi

No sé qué tiene esta canción, pero para mí es hipnótica:



Every step of the way we walk the line
Your days are numbered, so are mine
Time is pilin’ up, we struggle and we scrape
We’re all boxed in, nowhere to escape

City’s just a jungle; more games to play
Trapped in the heart of it, tryin' to get away
I was raised in the country, I been workin’ in the town
I been in trouble ever since I set my suitcase down

Got nothin' for you, I had nothin' before
Don’t even have anything for myself anymore
Sky full of fire, pain pourin’ down
Nothing you can sell me, I’ll see you around

All my powers of expression and thoughts so sublime
Could never do you justice in reason or rhyme
Only one thing I did wrong
Stayed in Mississippi a day too long

Well, the devil’s in the alley, mule’s in the stall
Say anything you wanna, I have heard it all
I was thinkin’ 'bout the things that Rosie said
I was dreaming I was sleepin' in Rosie’s bed

Walkin' through the leaves, falling from the trees
Feelin' like a stranger nobody sees
So many things that we never will undo
I know you’re sorry, I’m sorry too

Some people will offer you their hand and some won’t
Last night I knew you, tonight I don’t
I need somethin’ strong to distract my mind
I’m gonna look at you ’til my eyes go blind


Well I got here followin' the southern star
I crossed that river just to be where you are
Only one thing I did wrong
Stayed in Mississippi a day too long

Well my ship’s been split to splinters and it’s sinkin' fast
I’m drownin’ in the poison, got no future, got no past
But my heart is not weary, it’s light and it’s free
I’ve got nothin’ but affection for all those who’ve sailed with me

Everybody movin’ if they ain’t already there
Everybody got to move somewhere
Stick with me baby, stick with me anyhow
Things should start to get interestin' right about now

My clothes are wet, tight on my skin
Not as tight as the corner that I painted myself in
I know that fortune is waitin’ to be kind
So give me your hand and say you’ll be mine

Well, the emptiness is endless, cold as the clay
You can always come back, but you can’t come back all the way
Only one thing I did wrong
Stayed in Mississippi a day too long

Bob Dylan

Dayna in NYC?

Hace unas semanas descubrí un programa de Radio 3 que no conocía, La madeja, que dedica cada episodio a un artista, y con buen gusto: Kris Kristofferson, John Lee Hooker, Cesária Evora o el que ahora mismo escucho, dedicado a una de las mías, Dayna Kurtz, que, como bien dicen, no es que sea siquiera artista de culto de una minoría exquisita, es que no la conoce ni crixto.

Aprovechando la ocasión, entro en su página web para ver, como hago de vez en cuando, si por casualidad alguno de los músicos a los que me gustaría ver en directo tocan cuando estemos en Nueva York a principios de abril. Y me encuentro con este mensaje:

"NEW YORK ALBUM RELEASE: MARCH 27 or thereabouts-VENURE, TIME, TBA"

A ver si hay suerte y retrasa unos días el lanzamiento de su nuevo disco, ¿que no?...



:)

14 de enero de 2012

The Laughing Heart



Your life is your life
Don’t let it be clubbed into dank submission.
Be on the watch.
There are ways out.
There is a light somewhere.
It may not be much light but
It beats the darkness.
Be on the watch.
The gods will offer you chances.
Know them.
Take them.
You can’t beat death but
You can beat death in life, sometimes.
And the more often you learn to do it,
The more light there will be.
Your life is your life.
Know it while you have it.
You are marvelous
The gods wait to delight
In you.

Charles Bukowski

2 de enero de 2012

The Little Willies

Norah y sus amigos los Little Willies sacan disco nuevo en breve (estos días se puede escuchar entero en la web de NPR). Escuché el primer disco como un poseso y de todas las canciones mi preferida sin duda era esta maravilla, que probablemente ya he puesto aquí :)