27 de junio de 2010

26 de junio de 2010

Como solo nos puede acompañar la poesía

Me he acordado de pronto de Blas de Otero porque llevo toda la tarde, todo el día, muchas horas en los últimos días, leyendo un libro suyo que ha tardado más de treinta años en aparecer, que me ha llegado por dos caminos, en dos regalos casi simultáneos, y que ahora está siempre conmigo, sobre la mesa de noche y en el cuarto de trabajo, acompañándome como solo nos puede acompañar la poesía; y cuando hablo de poesía me refiero a algunos libros de versos y también a esa experiencia íntima y suprema que nos ofrecen ciertos momentos de la vida y unas cuantas invenciones del arte: una sensación de intensidad, el estremecimiento de lo verdadero y único, lo que es irrepetible y secreto y sin embargo puede formar parte de la vida de cualquiera, lo que me sucede ahora mismo únicamente a mí y a la vez ha venido siendo común -en el sentido doble de compartido y frecuente- desde que el mundo es mundo, por utilizar una de esas expresiones vulgares que le gustaban tanto a Blas de Otero, quizás porque veía en ellas la expresión más profunda, la poesía impersonal del idioma.

Antonio Muñoz Molina (¡cómo no!), en su artículo Palabras venidas desde tan lejos, en el Babelia de hoy.

22 de junio de 2010

Sólo somos capaces de hablar en metáforas...

...pero la realidad siempre se nos escapa: las metáforas inevitablemente se fosilizan, se petrifican; la realidad nunca deja de moverse, de cambiar.

Esta idea, que me asalta recurrentemente, me ha venido una vez más esta madrugada (algo bueno tiene que tener dormir como el culo...), mientras escuchaba el último episodio de Rebooting the news, el podcast semanal de Dave Winer y Jay Rosen, en el que hablaban junto a un invitado, periodista de The Economist cuyo nombre ahora se me escapa, sobre el futuro de los blogs.

En fin.

20 de junio de 2010

Si sobrevives, si persistes

Si sobrevives, si persistes, canta,
sueña, emborráchate.
Es el tiempo del frío: ama,
apresúrate. El viento de las horas
barre las calles, los caminos.
Los árboles esperan: tú no esperes,
éste es el tiempo de vivir, el único.

Jaime Sabines


Buscando el texto del poema, doy con este artículo de Ángeles Mastretta en El País sobre su encuentro con Sabines, trufado de citas gloriosas del maestro. Como muestra un botón:

"¡Si uno pudiera encontrar lo que hay que decir cuando todas las palabras se han levantado del campo como palomas asustadas!"

19 de junio de 2010

Felicidad



Para que no haya dudas (...): no es que la victoria de los Lakers en la NBA me haya hecho feliz, sino que el vídeo muestra la embriaguez de champán y euforia de uno de sus jugadores, Ron Artest, todo un personaje.

18 de junio de 2010

Sobre la reforma laboral

La crisis económica no tiene sus causas ni sus respuestas en la regulación del mercado de trabajo. En todo caso, la relación es inversa, y el mercado de trabajo termina reflejando algunas de las consecuencias y efectos de las crisis.

Las causas -y por tanto, las respuestas- hay que buscarlas en la caída en picado de los sectores que propiciaron una burbuja de empleo, en los problemas de liquidez y financiación de las empresas, en el colapso de la función del sistema financiero y en la falta de confianza de los empresarios, como sucede con los consumidores. Sin olvidar los efectos que la crisis ha provocado en un tejido productivo que tiene grandes debilidades estructurales, que todo el mundo conoce y reconoce, pero que se ignoran deliberadamente en el momento de diseñar estrategias de salida.


Por tanto, la reforma laboral introducida por el Gobierno no camina en la dirección correcta, sobre todo porque insiste en la idea de que la regulación de las relaciones laborales ha contribuido a empeorar las cosas por su rigidez. Eso no es cierto. En el año 2009, en plena recesión, se hicieron más de 13 millones de contratos temporales, y los empleadores no tuvieron especiales problemas para reducir sus plantillas, lo que llevó al desempleo a más de cuatro millones de personas, mientras que solamente unos 500.000 trabajadores quedaron sujetos a medidas más defensivas (suspensión o reducción de jornada).


[...]


La reforma no es acertada y resulta regresiva. Es ineficaz porque no aborda los problemas reales del mundo laboral. Es injusta socialmente porque hace recaer las consecuencias de la crisis sobre la mayoría de la población que no la ha provocado y que padece sus consecuencias, renunciando a que la paguen quienes la han provocado, que además en muchos casos se han enriquecido con ella. Y además, desbarata el sistema de pactos y de acuerdos de empresa, y los subordina al interés empresarial, fijado unilateralmente.

Carlos L. Alfonso, en El País de hoy.

Por ejemplo

Poesía, por ejemplo, es esto.

Palabras

Ayer volviendo de Toledo tras un tiempo de abstinencia me dio por escuchar a Leonard.

Y sentí con más fuerza algo que vengo notando desde hace un tiempo: mi vida está últimamente llena de prosa, me falta poesía.

No es necesariamente algo malo (prosa significa información, conocimiento, y eso me gusta mucho), pero hay momentos, como ayer al escuchar Coming back to you tras conocer a la pequeña A, la hermosa niña de R&A, en que no dejo de echar en falta descubrir y disfrutar voces, como Sabines o Idea, que me remuevan, que me conmuevan.

Words

All the same, inarticulacy surely suggests a shortcoming of thought. This idea will sound odd to a generation praised for what they are trying to say rather than the thing said. Articulacy itself became an object of suspicion in the 1970s: the retreat from “form” favored uncritical approbation of mere “self-expression,” above all in the classroom. But it is one thing to encourage students to express their opinions freely and to take care not to crush these under the weight of prematurely imposed authority. It is quite another for teachers to retreat from formal criticism in the hope that the freedom thereby accorded will favor independent thought: “Don’t worry how you say it, it’s the ideas that count.”


[...]


When words lose their integrity so do the ideas they express. If we privilege personal expression over formal convention, then we are privatizing language no less than we have privatized so much else. “When I use a word,” Humpty Dumpty said, in rather a scornful tone, “it means just what I choose it to mean—neither more nor less.” “The question is,” said Alice, “whether you can make words mean so many different things.” Alice was right: the outcome is anarchy.


[...]


I am more conscious of these considerations now than at any time in the past. In the grip of a neurological disorder, I am fast losing control of words even as my relationship with the world has been reduced to them. They still form with impeccable discipline and unreduced range in the silence of my thoughts—the view from inside is as rich as ever—but I can no longer convey them with ease. Vowel sounds and sibilant consonants slide out of my mouth, shapeless and inchoate even to my close collaborator. The vocal muscle, for sixty years my reliable alter ego, is failing. Communication, performance, assertion: these are now my weakest assets. Translating being into thought, thought into words, and words into communication will soon be beyond me and I shall be confined to the rhetorical landscape of my interior reflections.


Though I am now more sympathetic to those constrained to silence I remain contemptuous of garbled language. No longer free to exercise it myself, I appreciate more than ever how vital communication is to the republic: not just the means by which we live together but part of what living together means. The wealth of words in which I was raised were a public space in their own right—and properly preserved public spaces are what we so lack today. If words fall into disrepair, what will substitute? They are all we have.

Tony Judt, en el blog de la New York Review of Books

14 de junio de 2010

Conciertos, conciertos y más conciertos

Una vez aseguradas las entradas para ver a Sabina en Barcelona (antes, la semana que viene, también en Madrit; you can call me whatever you want!), aunque me he propuesto entrar en modo ahorro tras el desmadre reciente, no puedo evitar echar un vistazo a la programación de los Veranos de la Villa y sentir cómo un escalofrío de vicio y tentación me recorre la espalda...

Desde Miguel Poveda a Caetano (ayer, en la Feria del Libro, cayó con mucho tiempo de retraso su "Verdad Tropical"), pasando por Jeff Tweedy o el gran Youssou; de Muchachito a Elvis Costello, pasando por Eli 'Paperboy' Reed... ¡Casi ná!



Si me permitiera a mí mismo ir a uno solo, ¿cuál me recomendaríais, queridas lectoras?

13 de junio de 2010

El Mundial

Aunque en menor grado, con el fútbol me pasa como a Fran Sevilla (muy recomendable su post sobre el Mundial en su blog), gran corresponsal de TVE: me gusta el deporte, pero no soy nada forofo; me da asquito el negocio, el cotilleo y la manipulación de los sentimientos que lo rodean, pero no dejo de disfrutar con un buen partido.

Y quiero que gane España, pero sólo si juega como lo ha venido haciendo estos últimos años (en que la columna vertebral la forman, y cómo me gusta esto a mí :-P, los cracks del Barça "más catalanista de la historia", Laporta dixit).

Como me pasa con muchas otras cosas, tanto o más que el propio juego, disfruto leyendo sobre él. Y pocos escriben mejor sobre fútbol, pocos conocen más anécdotas y curiosidades (¿o las inventan? A veces me recuerda a Borges y sus escritores imaginarios...), que el gran Enric González, que está escribiendo un blog sobre el Mundial.

(Otra cosa curiosa: a través de Twitter compruebo hasta qué punto el seguimiento del acontecimiento es mundial. Por ejemplo, anoche me hizo gracia ver cómo se picaban americanos e ingleses mientras se disputaba el partido entre sus selecciones. Me gusto un inglés que, resignado ya ante el empate final, dijo algo como: "Podríamos decir que el gol de Gerrard vale doble porque lo marcó con la izquierda. Seguro que los americanos se lo creerían"...)

11 de junio de 2010

I don't want nothin' if I have to fake it

I lost it es uno de los temazos clásicos de Lucinda que más me gustan.

Esta mañana, al escucharlo, rayado como ando últimamente con el grado de autenticidad, de verdad, que hay en mis relaciones personales, la frase que da título al post me ha resonado más que de costumbre.

Al buscarlo en youtube para ponerlo aquí, no he encontrado la versión original completa. Lo que más se aproxima es ésta, del conciertazo al que asistimos C. y yo el año pasado en Madrid.
Una pena que este año no se pase de nuevo por aquí...

Aunque, a falta de Lucinda, me podría valer Rebeca Jiménez, a la que tengo pendiente ir a escuchar alguna vez ¿que no?




I think I lost it
Let me know if you come across it
Let me know if I let it fall
Along a back road somewhere
Money can't replace it
No memory can erase it
And I know I'm never gonna find
Another one to compare
Give me some love to fill me up

Give me some time give me some stuff
Give me a sign give me some kind of reason
Are you heavy enough to make me stay
I feel like I might blow away
I thought I was in heaven
But I was only dreamin
I think I lost it
Let me know if you come across it
Let me know if I let it fall
Along a back road somewhere
Money can't replace it
No memory can erase it
And I know I'm never gonna find
Another one to compare

I just wanna live the life I please
I don't want no enemies
I don't want nothin if I have to fake it
Never take nothin don't belong to me

Everything's paid for nothing free
If I give my heart
Will you promise not to break it
I think I lost it
Let me know if you come across it
Let me know if I let it fall
Along a back road somewhere
Money can't replace it
No memory can erase it
And I know I'm never gonna find
Another one to compare
Money can't replace it
No memory can erase it
And I know I'm never gonna find
Another one to compare

Lucinda Williams

9 de junio de 2010

Ser conservador

Desde hace tiempo, tengo por cierto que, al menos en ciertos aspectos, los años me van volviendo cada vez más conservador.

Acabo de entender por qué:
"That is why the tersest description of a real conservative is Oakeshott's:

"Someone who prefers present laughter to utopian bliss."
(Alguien que prefiere la risa presente a la dicha utópica.)

(Leído en el blog de Andrew Sullivan)

Y aún mejor, en el mismo blog, citando un libro de Roger Scruton, que no sé quién es:
"It was not to change things, or to be part of things, or to be swept along by things, that I made my pilgrimage to Paris. It was to observe, to know, to understand. And so I acquired the consciousness of death and dying, without which the world cannot be loved for what it is. That, in essence, is what it means to be a conservative."

(No fue para cambiar las cosas, para ser parte de las cosas, para ser arrastrado por las cosas, para lo que hice mi peregrinación a París. Fue para observar, para saber, para entender. Y así adquirí conciencia de la muerte y del hecho de morir, sin la cual el mundo no puede ser amado por lo que es. Eso, en esencia, es lo que significa ser conservador."
Lo que me faltaba a mí, que mencionasen París...

(Por cierto, que en un lapsus, al traducir, en lugar de conservador, he escrito conversador... :-P)

3 de junio de 2010

B.B. King was in town!

Me entero ahora de que ayer, justo cuando yo llegaba a Atocha de mi viajecito a Barcelona (gràcies, maques!), a pocos metros la gente hacía cola para ver al Rey del Blues, leyenda más grande que la vida: Mister B-B-King!


Ya me quedé sin verlo hace unos años, por pura tontería mía, en el que decían entonces que era su último concierto España, en su gira de despedida de Europa.

La alegría que me da saber que el viejo bluesman sigue dándole caña a Lucille se mezcla ahora con la frustración que me produce que se me haya escapado, a mí que siempre trato de estar al tanto de conciertos como éste.



Aunque no todo está perdido: toca en Granada el sábado.

What if...?

:-P