29 de septiembre de 2010

Yochai Benkler, Dayna Kurtz y el futuro de los músicos

Así se titula el turronaco que acabo de soltar en el blog friqui.

Recomiendo encarecidamente la lectura de la carta de Dayna a un seguidor que allí encontraréis traducida.

:-)

Act like a stranger



...the next time i see you
could you act like a stranger
and kiss me like you don’t know love has a chance...

Dayna Kurtz, en Another Black Feather

¡Viva el vino!

Los sabios no podrán enseñarte nunca nada, mas la caricia de unas negras pestañas de mujer te revelará la felicidad. No olvides que tus días sobre la tierra están contados, y que bien pronto volverás al polvo. Trae vino, busca un lugar al abrigo de importunos, y deja que la vid te consuele.

¡Si supieras cuán poco me interesan los cuatro elementos de la naturaleza y las cinco facultades del hombre! ¿Dices que algunos filósofos griegos podían proponer hasta cien enigmas a sus oyentes? Mi indiferencia a este respecto es absoluta. Trae vino, coge un laúd, y deja que sus modulaciones nos recuerden las de la brisa que pasa como nosotros.

¡Ignorante que te crees sabio y te debates entre dos infinitos: el pasado y el futuro! Quisieras poner entre ambos una mojonera y sentarte allí a descansar. Mejor es que busques la sombra de un árbol y un ánfora de vino, y trates de olvidar tu impotencia.

¡Todos los reinos de la tierra por un vaso de vino! ¡Toda la ciencia de los hombres por la suave fragancia del mosto fermentado! ¡Todas las canciones de amor por el grato murmullo del vino que llena nuestras copas!

De la felicidad no conocemos sino el nombre. Nuestro más viejo amigo es el vino nuevo. Acaricia con tus ojos y tus manos el único bien verdadero: el ánfora llena del jugo de la vid.

¿Nuestro tesoro? El vino. ¿Nuestro palacio? La taberna. ¿Nuestros fieles amigos? La sed y la embriaguez. Ignoramos la inquietud porque sabemos que nuestras almas, lo mismo que nuestras copas y trajes mancillados, no tienen que temer ni el polvo ni el agua ni el fuego.

Nada me interesa ya: levántate y dame vino. Esta noche, tu boca es la más bella flor del universo. ¡Vino! ¡Vino rosado como tus mejillas! Y que mis remordimientos sean tan leves como tus rizos.

Omar Jayyam, poeta persa del siglo XI.

25 de septiembre de 2010

No volveré a ser joven...

...pero lo soy ahora.

Y además, quizá precisamente porque aún lo soy (Jaime Gil de Biedma tuvo su crisis de fin de juventud, la que propició este que él consideraba su mejor poema, a los 36), no es eso lo que me importa.



Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

Jaime Gil de Biedma

Pero, como todo el mundo sabe, Gil de Biedma nunca leía este poema solo, siempre lo seguía de este otro, así que aquí lo copio de nuevo:

Resolución de ser feliz
por encima de todo, contra todos
y contra mí, de nuevo
-por encima de todo, ser feliz-
vuelvo a tomar esa resolución.

Pero más que el propósito de enmienda
dura el dolor del corazón.

(En un curioso lapsus, al copiar la resolución olvidé incluir estas dos últimas líneas, que le cambian bastante el tono...)

Añado el vídeo del propio poeta recitando su poema:

19 de septiembre de 2010

Barcelona és bona

Por mucho rollo que me traiga con mis ciudades, desde hace tiempo sé que no son los lugares sino las personas lo que más importa. Y resulta que en Barcelona se han ido juntando unas cuantas de las que a mí más me gustan.

Una de las cosas más hermosas que se puede decir de alguien (amig@, amante) es que te hace querer ser mejor persona. Y si además no sólo te provoca esa sensación sino que te ayuda a serlo, eso ya es la releche.

De una forma sutil, dejando espacio para mis rarezas y mis limitaciones, mis amigas barcelonesas (machotes de abrazos varoniles incluidos) consiguen hacerme sentir justamente eso.

Siento ahora hacia ellas (vosotras), como tantas veces antes, una gratitud que no sé bien cómo pagar (las entradas para Sabina no valen, eh!), más que disfrutando de la alegría que compartimos y buscando nuevas ocasiones para seguir haciéndolo. La próxima, sin ir más lejos, en janembre.

;)

18 de septiembre de 2010

Vivir en los pronombres

Quizás si volvemos tantas veces, si echamos tanto de menos la ciudad cuando la ausencia se hace demasiado larga, es porque aquí recobramos con más intensidad la parte de nosotros que es exclusivamente nuestra, el espacio en el que no hay nadie más, la zona inviolable de secreto que es la médula y la materia misma de la que está hecho el vínculo entre dos amantes, el Jordán en el que se sumergen para quedarse limpios de todo lo que la vida en común, las rutinas y las obligaciones les han ido agregando. Un hombre y una mujer, un hombre y otro hombre, una mujer y otra mujer, necesitan replegarse de vez en cuando al paraíso que está siempre en los orígenes, al despojamiento de los primeros encuentros, cuando no eran más que ellos mismos, el uno frente al otro, cuando el mundo exterior quedaba rigurosamente cancelado más allá de la habitación en la que se encerraban para amarse y cuando sólo tenían en común el deseo y el asombro del reconocimiento: ni hijos, ni padres, ni ninguna clase de parientes, ni propiedades, ni costumbres, ni sobreentendidos, ni recuerdos compartidos que fueran más allá del día cercano en que se conocieron, ni propósitos que se alejaran demasiado hacia el porvenir.

Antonio Muñoz Molina en "Ventanas de Manhattan"

Este hermoso texto dice en prosa algo parecido a lo que expresa en verso, más exaltado, un poema de Pedro Salinas que copié aquí hace tiempo.

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Al ofrecer lo que uno ama uno vuelve a tenerlo renovado e intacto a través de la frescura de novedad absoluta con que lo recibe quien acepta el regalo.

Antonio Muñoz Molina en "Ventanas de Manhattan"

16 de septiembre de 2010

Mestizaje

Viajar sirve sobre todo para aprender sobre el país del que nos hemos marchado. En la cena el cardiólogo nos cuenta, todavía con estupor, la tormenta política en la que se vio envuelto el verano último, cuando lo llamaron a Nueva York de su pueblo o de su barrio natal para invitarlo a que diera el pregón de las fiestas. Dijo que no al principio, explicó que llevaba muchos años viviendo fuera, pero le insistieron tanto que al final accedió. Acordándose de los emigrantes andaluces, murcianos y extremeños que habían llegado cuando era niño a su tierra, y pensando en las mezclas de gentes que conviven cada día en Nueva York y en las nuevas oleadas de extranjeros que venían ahora a Cataluña a ocupar los trabajos que habían hecho en los años cincuenta los recién llegados de otras partes de España, ideó un discurso que fuera una celebración de la pluralidad, del extraordinario clima humano que puede establecerse cuando se reúnen en el mismo lugar gentes de lenguas diversas llegados de partes lejanas del mundo, unidos por la voluntad de salir adelante y de entenderse entre sí. Todo les pareció perfecto a los organizadores, hasta que el cardiólogo, para poner en práctica lo mismo que ensalzaba, empezó a saltar del catalán al castellano, del castellano al catalán, con la magnífica flexibilidad intelectual de los bilingües. Aún no entendía, cuando nos lo contaba, varios meses después, por qué de pronto se habían indignado tanto con él, por qué aquellas personas que tan partidarias parecían del mestizaje y de la variedad lingüística le reprochaban escandalizados que hubiera usado dos lenguas. "No entiendo nada", dice el cardiólogo, con todo su acento anglosajón y catalán, alzando sus hombros ensanchados por el ejercicio físico y por las hechuras de su ropa norteamericana, "será que llevo demasiado tiempo viviendo fuera".

Antonio Muñoz Molina, en "Ventanas de Manhattan"

Heroísmo retrospectivo

(Como siga así, esto va a acabar convirtiéndose en un monográfico de Muñoz Molina, y no es mi intención. Para eso recomiendo acudir a su extraordinario diario y leerlo a él y a quienes con él dialogan en un tono educado e inteligente que ojalá sirviese como ejemplo para tantos otros lugares en la Web.)

Hace unos días, en una entrevista a propósito de su último libro, "La noche de los tiempos", Muñoz Molina reconocía que seguía sin tener respuesta para la pregunta de qué habría hecho él en 1936:
"Cuando vivimos en circunstancias normales es fácil ser estupendo. Ser antifascista en 2010 tiene un mérito relativo, en aquellas circunstancias hubo personas que actuaron como canallas y otras que lo hicieron con decencia. Ser decente era muy difícil y ser un canalla, muy fácil."
Que se digan cosas así en este país nuestro de la memoria histórica (¿histérica?), del blanco o negro, del conmigo o contra mí, parece que no sienta bien a todo el mundo. El País publicaba unos días después una carta al director de un ofendido ciudadano que ponía al ubetense a caer de un burro y lo acusaba de tibieza frente a la dictadura:
Para Antonio Muñoz Molina y para otros intelectuales hay que mantener la equidistancia (por ejemplo, entre Franco y Azaña).
Muñoz Molina le responde hoy como se merece, breve pero rotundamente, en otra carta a El País. Pero además, y éste es el motivo de este post (y de que siga frente a la pantalla en lugar de tomando un café en la plaza ;), escribe un texto más largo en su blog titulado "Quién crees que eres", que no querría que mis selectas y fieles lectoras se perdieran por nada del mundo.

Porque me ha puesto los pelos como escarpias (de las lágrimas no hablo, porque en mí tienen poco mérito :-P), y porque me gustaría que sirviese como antídoto contra tanta proclama maniquea y hueca de "heroísmo retrospectivo" (nunca de mis inteligentísimas lectoras, es evidente):
¿Qué harías tú si llamaran a la puerta y vinieran a llevarse a tu hijo o a tu padre o a tu marido o tu esposa? ¿Aceptarías más fácilmente que los mataran, o que te mataran a ti, si los verdugos actuaban en nombre de una de tantas causas nobles que se han esgrimido desde hace siglos para justificar el crimen? ¿En nombre de qué causa te parece menos censurable el asesinato de otros? ¿La patria croata, la patria serbia, la patria vasca, la raza aria, la sociedad sin clases, la república, la monarquía, la revolución proletaria, la revolución nacionalsocialista? ¿Y qué harías tú si dispusieras de un despacho y un teléfono y pudieras decidir desde allí el destino de otros?

Pantallas

Preparando el viaje a NYC (oh, yeah!), mitómano como soy, recurrí a una de mis fuentes predilectas sobre la Gran Manzana, Antonio Muñoz Molina.

Ayer, viniendo para Barcelona en el Ave, leí un artículo suyo titulado "De viaje al futuro", que imaginé hablaría de cómo lo que sucede allí presagia lo que viviremos aquí un tiempo después. Y así resultó, pues trata de la tiranía de las pantallas ubicuas: móviles, televisiones, ordenadores... y el triste futuro (presente) que eso nos depara:
Una pantalla es una ventana por la que nos asomamos al mundo, pero también, en la acepción antigua de la palabra, es una barrera contra él, un muro en el que se proyectan sombras bidimensionales, simulacros de la realidad que pueden parecérsele mucho pero que deberíamos tener mucho cuidado en no confundir con ella. Las ventajas deslumbrantes de la tecnología traen consigo el efecto no reconocido de favorecer en cada uno de nosotros un aislamiento hipnotizado que tiene algo del engaño y de la dependencia de una droga poderosa. Usamos el teléfono móvil y la conexión a internet no tanto para mantener el contacto con los que están lejos como para evitar todo roce y casi toda relación con quien tenemos delante. La cápsula de los auriculares sella nuestra definitiva lejanía. ¡Qué futuro más triste!
Y yo, que estoy enganchado a ellas (¡qué coño hago aquí escribiendo esto en lugar de andar de paseo por Gràcia!), tuve que darle la razón cuando, al terminar de leerlo (en papel, por cierto, aunque fuese por mera casualidad), levanté la vista y comprobé que todos mis compañeros de vagón estaban enfrascados en sus respectivos aparatitos, desde el portátil a la consola de videojuegos, o concentrados en la película inane con que Renfe nos amenizaba el viaje.

15 de septiembre de 2010

Hablar por hablar

Hace tiempo, en uno mis míticos posts-diarreas (qué tiempos aquellos...), afirmé que "la vida es una larga conversación con los demás (entre los demás habría quizá que incluir a uno mismo)".

Tengo la impresión de llevar demasiado tiempo callado, pero vuelvo a tener ganas de hablar. De hecho, lo estoy empezando a hacer en las últimas semanas y me está sentando bien.


Nada mejor entonces, estando como estoy, que volver una vez más a Barcelona a ver (hablar) a C. y sus (mis) amigas superheroínas.

:-P

I'll go back to Manhattan...

...en poco más de un mes.

Con parada y fonda en Brooklyn, of course.


Con la voz de Norah como compañía y Muñoz Molina como guía.

:-P


14 de septiembre de 2010

No obliguemos

Muñoz Molina recopila en su blog una serie de aforismos de Juan Ramón Jiménez, de todos me quedo con éste como principio que me gustaría aplicar en mi vida, aunque no siempre lo consigo:

No obliguemos a nadie ni a nada: ni al amor, ni al recuerdo, ni al olvido, ni a la verdad, ni a la belleza… Lo que ellos quieran con nosotros.

13 de septiembre de 2010

Au

It's a sunny day!

Me admira la capacidad para generar y transmitir entusiasmo que tiene el crack de Springsteen.



It's rainin' but there ain't a cloud in the sky
Musta been a tear from your eye
Everything'll be okay
Funny, thought I felt a sweet summer breeze
Musta been you sighin' so deep
Don't worry, we're gonna find a way

I'm waitin', waitin' on a sunny day
Gonna chase the clouds away
Waitin' on a sunny day

Without you I'm workin' with the rain fallin' down
Half a party in a one dog town
I need you to chase the blues away
Without you I'm a drummer girl that can't keep a beat
And ice cream truck on a deserted street
I hope that you're coming to stay

I'm waitin', waitin' on a sunny day
Gonna chase the clouds away
Waitin' on a sunny day

Hard times baby, well they come to tell us all
Sure as the tickin' of the clock on the wall
Sure as the turnin' of the night into day
Your smile girl, brings the mornin' light to my eyes
Lifts away the blues when I rise
I hope that you're coming to stay

Bruce Springsteen

Que no se me olvide

Somos el tiempo que nos queda (como dice Caballero Bonald.)

12 de septiembre de 2010

Ser poeta

Leo en el blog de Muñoz Molina una cita de Sándor Marai, que explica por qué él no es poeta:

“mi sistema nervioso y mi conciencia no contienen la energía condensadora que llamamos poesía, una fuerza capaz de catalizar -de una manera mágica, a veces demoníaca- en una sola palabra los elementos de la pasión y la razón, del mismo modo que se reúnen en el núcelo del átomo los protones y los neutrones”.

Y no puedo más que asentir. Y pensar con envidia en quienes sí tienen esa capacidad.

Aunque equivoquen bes y uves o no pongan tildes.

;)

8 de septiembre de 2010

Tilde diacrítica II

Creí que el asunto de la tilde o acento ortográfico estaba zanjado tras el post que le dediqué hace tiempo (y que es de los más visitados del blog, por cierto), pero veo que no todo el mundo lo ha leído con atención (...), así que insisto (¡y que sea la última vez que alguien no me hace caso!).

Hay dos ejemplos concretos que la gente no acaba de escribir bien:

mi/mí:

"Mi" no lleva tilde cuando actúa como adjetivo posesivo ("mi coche es negro", "me gusta mi vida"...) o cuando se refiere a la nota musical; sí la lleva en cambio cuando lo hace como pronombre ("hablan de mí", "para mí no es importante", "no es a mí a quien buscan").

(Recuerdo a mis amables y atentas lectoras que "ti" nunca lleva tilde, pues únicamente puede actuar como pronombre, ya que el adjetivo posesivo de segunda persona del singular es "tu", por lo que no hay posibilidad de anfibología, que diría si fuese aún más pedante...)

si/sí:

No lleva tilde cuando sirve como conjunción ("Si me quisieses, no me harías eso", "No sé si me entiendes.") o cuando se refiere a la nota musical; la lleva cuando actúa como pronombre personal ("Dijo para sí.", "Los peces se comunican entre sí.") o bien como adverbio de afirmación ("Dijo que sí.", "Los peces sí se comunican.").


Hala.

...

Sé que la cosa empieza a dar sus frutos cuando, viniendo al curro esta mañana, recuerdo que me toca salir a correr esta tarde y no sólo no me da pereza sino que tengo ganas.

(¡Y este año vuelvo a natación!)

I'm about as old fashioned as I can be...

Me gusta pensar que soy un tío moderno, de mi época, al tanto de por dónde van los tiros, que me muevo con estos locos tiempos que me han tocado vivir... pero escucho una canción como ésta, me mueve, y me doy cuenta de que por mucho que intente engañarme, como dice Loretta, soy lo más carca que ha parido madre...


:-P



Well I like my lovin' done country style
And this little girl would walk a country mile
To find her a good old slow talkin' country boy
I said a country boy
I'm about as old fashioned as I can be
And I hope you're lik'in what you see
'Cause if you're lookin' at me
You're lookin' at country

You don't see no city when you look at me
'Cause a country is all I am
I love runnin' bare-footed
Through the old corn fields
And I love that country ham

Well you say I'm made just to fit your plans
But does a barnyard shovel fit your hands?
If your eyes are on me
You're lookin' at country

This here country is a little green
And there's a lot of country that a you ain't seen
I'll show you around if you'll show me a weddin' band
I said a weddin' band
When it comes to love
Well I know about that
Country folks all know where it's at
If you're lookin' at me
You're lookin' at country

You don't see no city when you look at me
'Cause country is all I am
I love a runnin' bare-footed through the old cornfields
And I love that country ham

Well you say I'm a made just to fit your plans
But does a barnyard shovel fit your hands?
If your eyes are on me
You're lookin' at country
If your eyes are on me
You're lookin' at country

Loretta Lynn

7 de septiembre de 2010


La familia de Pérrez-Sánchez al completo tiene pensado acudir al concierto de Eilen Jewell el próximo domingo 17 de octubre.

¿Alguien gusta?

Knowing Don Draper

Los episodios recientes de Mad Men están siendo de los mejores ever. Y los estoy disfrutando más aún porque hace unas semanas descubrí un blog sobre la serie en The New Republic que me permite volver a paladear cada episodio después de verlo, encontrando matices, detalles, que se me habían escapado.

El episodio del domingo, The Suitcase, fue una muestra de lo intensa, compleja, verídica, que es la relación de Don con Peggy:

She was looking at him the way everyone dreams of being looked at: as if she knew him as well as he knew himself; as if the sight of his suffering hurt her, too. There aren't many people in our lives around whom we feel comfortable being helpless. Peggy is that person for Don. Don is that person for Peggy.

"Somebody very important to me died," Don told her.

"Who?" Peggy asked.

"The only person in the world who really knew me."

"That's not true," Peggy said.

5 de septiembre de 2010

3 de septiembre de 2010

...

Me puse a toquetear el diseño del blog para ver si conseguía que apareciesen los botones para compartir las entradas (aun sabiendo el poco uso que van a tener...) y acabé desgraciándolo.

Se confirma una vez más que la elegancia no es precisamente lo mío.

2 de septiembre de 2010

Neguit

Una vez más, esa desazón tan familiar que he sentido muchas veces: busco y busco y no encuentro la música apropiada para mi estado de ánimo.

Acabo en el gran disco de Maria Muldaur de versiones de Dylan, Heart of mine.

No es exactamente lo que busco (a saber si existe...), pero me sirve.

Uf.