23 de diciembre de 2005

Ayer, gracias a Germán, llegué a esta página maravillosa: www.bdebarna.net

A partir de una idea de Vila-Matas, sobre un mapa de Barcelona, la gente puede ir escribiendo textos de cualquier tipo y asociarlos a puntos concretos de la ciudad.

Hay varias categorías: "Ida de olla", "Queja", "Ficción", incluso "Ruta del Quijote". Pero, como soy como soy, yo sólo he leído unas cuantas de "Amor". Algunas son muy tontas, otras en cambio son magníficas, como la de un hombre que escribe buscando a la mujer de la que estuvo enamorado cuando ambos eran adolescentes, hace 40 años...

Les escribí a las autoras de la página, felicitándolas por la iniciativa y preguntado si conocían de algo parecido para Madrid.

Me parece que me va a tocar extender a la capital del imperio la lucha vilamatiana contra la topografía "extraña y hostil" de la ciudad... :-P
Otro de mis pensamientos recurrentes es éste:

El cabrón de Jesús hace tiempo me llamó "ladrón de palabras" por mi costumbre de enviar citas (poemas, canciones, frases) de otros autores, en lugar de escribir, como él, textos originales.

En su caso, los poemas que escribe están plagados de faltas de ortografía de todos los tamaños y colores, leerlos puede llegar a ser doloroso para un fanático de la corrección como yo. Pero, sin embargo, tienen fuerza, dicen cosas. Al menos, a me dicen cosas, que es lo único importante.

En cambio, cuando yo trato de escribir algo así, el resultado siempre es insípido, y la mayoría de las veces cargante, pedante y hasta cursi (como unas cuantas de las cosas que he ido escribiendo aquí). La palabra correcta (y pedante) es: ampuloso.

Por eso siempre recurro a lo que otros escribieron antes, y mucho mejor que yo.

(Ahora que lo pienso, Jesús no podría utilizar este recurso, porque el muy cazurro, o engreído, escribe desde la ignorancia más supina... :-P)

22 de diciembre de 2005

La otra noche, durante el concierto de Sabina, volvió a mi cabeza una pregunta que me vengo haciendo desde que vi el documental sobre Dylan: ¿Existe un nuevo Dylan?. Si es así, ¿dónde está?

En No direction home, me impresionó ver la reacción del público contra Dylan cuando éste se pasó del folk acústico al rock eléctrico: los abucheos, el famoso "Judas!", los comentarios de los adolescentes ingleses que iban a sus conciertos de la gira del 66 diciendo que era un vendido.

Y ahora es un clásico, está más allá de la controversia, más allá del bien y del mal. No sólo eso: Dylan cambió por completo la forma de entender la música popular: cualquier tema puede tratarse en una canción, cualquier voz vale para cantar.

Pero tiene 64 años ( y Sabina, 56; Cohen, 71; Van Morrison, 60. Todos vacas sagradas, y viejas vacas), de toda esta polémica se cumplen ahora 40 años.

Yo sé que mis gustos son más bien clásicos, o antiguos, pero estoy abierto a lo nuevo (por lo menos, no estoy cerrado en banda, vale). ¿O no? A lo mejor, yo sería de los que abuchearían al Dylan cañero al verle "traicionar" al líder contestatario que (nunca) fue.

Creo que una de las razones por las que prefiero, con unas cuantas excepciones, la música de hace unas décadas es porque me importan mucho las letras, lo que las canciones dicen. Mis cantantes favoritos son poetas antes que músicos.

Y me temo que de ésos no abundan hoy, desde luego yo no encuentro muchos. Pero cada vez que lo hago (Ruibal, Drexler, Johansen, Bénabar) me llevo una gran alegría.

Seguiré buscando.

21 de diciembre de 2005

Sabina es mucho Sabina

Pese a todas nuestras reticencias y temores, el concierto fue muy bueno. La voz de Sabina aguantó perfectamente (es un decir), y al final nos ofreció dos horas de grandes canciones, de entre las muchas que tiene para elegir en su cancionero. Y por suerte, sin centrarse demasiado en el último disco.

Así que no tuvimos que utilizar las mandarinas que yo llevaba para usar cual tomates en caso de que Joaquinito nos la jugara...

El concierto fue un acto de amor, de devoción del público madrileño por su mejor trovador, y de cariño de Sabina por "el mejor puerto de mar". Varios fueron los momentos emotivos: cuando todo el público se puso en pie para aplaudir a Javier Krahe, su "maestro", presente en la sala; o cuando, antes de cantar "Yo me bajo en Atocha", el himno que ha ido sustituyendo a "Pongamos que hablo de Madrid", leyó un poema sobre los atentados del 11-M.

Para cuidar la voz, fue dando ocasión a todos los miembros de su banda para que nos cantasen alguna cosa: Pancho Varona, una versión sorprendentemente rockera de "Esta boca es mía"; Olga Román, una canción que supongo sería de alguno de sus discos, además de la copla "Y sin embargo te quiero", que dio pie a uno de los mayores temazos, y hay muchos, del maestro, "Y sin embargo"; Antonio García de Diego también hizo, ya en los bises, una versión de no recuerdo cuál canción de Sabina.

En resumen, que salimos todos, las tres damas y servidor, más que satisfechos con el recital del más grande poeta metido a cantante que tenemos en España.

Yo tuve mucha suerte, porque no tocó varias canciones a las que, no sé por qué razón, les tengo manía, como "Medias negras" o "Barbie Superstar", que sí cantaba en las anteriores giras. Pero sí tocó algunas de mis canciones favoritas como, por supuesto, ese "Y sin embargo" o "Peor para el sol", además del "Yo me bajo en Atocha" que más de una vez me ha puesto los pelos de punta.

(Por cierto, leo las críticas del concierto en El País y en El Mundo, y en ambos sitios dicen que el concierto, antes de los bises, acabó con "Pongamos que hablo de Madrid", cuando en realidad fue "Yo me bajo en Atocha". ¡Menudos sabineros están hechos!)

20 de diciembre de 2005

Durante un pequeño receso en mi extenuante actividad diaria, llego a un blog sobre literatura en El Mundo, me entretengo un poco hasta que descubro esta frase:

"Colocamos una palabra allí donde comienza nuestra ignorancia, donde ya no vemos más allá; por ejemplo, la palabra yo, la palabra hacer, la palabra sufrir: son quizás el horizonte de nuestro conocimiento, pero no verdades"

John Banville

Y ahora vuelvo a mis quehaceres, que hoy consisten en leer y comentar una serie de papelotes, dándole vueltas a esa gran verdad.
¡Sabina, ladies and gentlemen, Sabina!

Esta noche, si Joaquinito se porta bien, volveré a ver en concierto al más grande de los cantautores españoles, al peor cantante.

Once o doce años después de verlo en Las Ventas, curiosidades de la vida, repetimos tres de los cuatro que allí estuvimos, sólo Lucas se ha desviado del recto camino.

No me pilla el concierto en un momento álgido de sabinitis, pero tampoco creo que eso sea malo: llevo varias semanas sin escuchar ninguno de sus discos, y llego así más fresco.

En el de Calamaro, por ejemplo, me ocurrió lo contrario, y el concierto no fue tan intenso como esperaba, porque me sonaba demasiado parecido al disco que acababa de sacar.

18 de diciembre de 2005

Mientras reordeno los muebles en mi habitación, para que se parezca un poco menos a la de una pensión (sin conseguirlo, por supuesto), y como estoy en plan masoca, me meto Leonard Cohen en vena. Y duele.

Ain't No Cure For Love

I loved you for a long, long time
I know this love is real
It don't matter how it all went wrong
That don't change the way I feel
And I can't believe that time's
Gonna heal this wound I'm speaking of
There ain't no cure,
There ain't no cure,
There ain't no cure for love.

I'm aching for you baby
I can't pretend I'm not
I need to see you naked
In your body and your thought
I've got you like a habit
And I'll never get enough
There ain't no cure,
There ain't no cure,
There ain't no cure for love

There ain't no cure for love
There ain't no cure for love
All the rocket ships are climbing through the sky
The holy books are open wide
The doctors working day and night
But they'll never ever find that cure for love
There ain't no drink no drug
(Ah tell them, angels)
There's nothing pure enough to be a cure for love

I see you in the subway and I see you on the bus
I see you lying down with me, I see you waking up
I see your hand, I see your hair
Your bracelets and your brush
And I call to you, I call to you
But I don't call soft enough
There ain't no cure,
There ain't no cure,
There ain't no cure for love

I walked into this empty church I had no place else to go
When the sweetest voice I ever heard, whispered to my soul
I don't need to be forgiven for loving you so much
It's written in the scriptures
It's written there in blood
I even heard the angels declare it from above
There ain't no cure,
There ain't no cure,
There ain't no cure for love

There ain't no cure for love
There ain't no cure for love
All the rocket ships are climbing through the sky
The holy books are open wide
The doctors working day and night
But they'll never ever find that cure,
That cure for love

Coming Back To You

Maybe I'm still hurting
I can't turn the other cheek
But you know that I still love you
It's just that I can't speak
I looked for you in everyone
And they called me on that too
I lived alone but I was only
Coming back to you

Ah they're shutting down the factory now
Just when all the bills are due
And the fields they're under lock and key
Tho' the rain and the sun come through
And springtime starts but then it stops
In the name of something new
And all the senses rise against this
Coming back to you

And they're handing down my sentence now
And I know what I must do
Another mile of silence while I'm
Coming back to you

There are many in your life
And many still to be
Since you are a shining light
There's many that you'll see
But I have to deal with envy
When you choose the precious few
Who've left their pride on the other side of
Coming back to you

Even in your arms I know
I'll never get it right
Even when you bend to give me
Comfort in the night
I've got to have your word on this
Or none of it is true
And all I've said was just instead of
Coming back to you

12 de diciembre de 2005

El jueves, como ya conté, me di un atracón en uno de mis antros de perdición, la librería Compagnie, y allí encontré, en una cuasi "vila-matada", el libro que ahora estoy leyendo, y del que pondré alguna cita luego.

El libro, acabo de darme cuenta, es un blog de la época: aunque yo lo he comprado en francés, el título original es Rolling Thunder logbook, escrito por Sam Shepard (un tío con suerte, y no sólo por haber podido escribir este libro: está casado con Jessica Lange...).

Es la crónica de la gira de Dylan en el otoño de 1975, con una tropa de estrellas y freakies (Allen Ginsberg, Joan Baez, Roger Mcguinn, etc.), tras la publicación de dos de, in my humble opinion, sus mejores discos: Blood on the tracks y Desire.

Resulta que, estando como estoy con Dylan, había metido un disco suyo en mi aparatillo mp3, junto con el de Ruibal que no paro de oír, y algunos franceses. Y ese único disco que llevé a París, y que estoy escuchando ahora, es: The Rolling Thunder Review.

Finalmente, no vimos la exposición sobre la melancolía. Nos dio pereza perder tiempo haciendo la cola con el día tan estupendo que hizo el sábado en París. Y la última oportunidad, que habría sido el domingo temprano, la dejamos pasar al acostarnos el sábado a las 4, después de unos buenos bailes en un garito chic de Odéon.

Así que ya tengo excusa para ir a Berlín, porque la exposición estará allí de febrero a mayo :-)

Pero aunque no vi ésa, sí tuve tiempo el viernes para pasarme por la de Klimt, Schiele, Moser, Kokoschka. Vienne 1900.

Y me gustó, pero aún seguía bajo el impacto del Dadá, y no pude evitar reírme (para mis adentros, politesse oblige) de la gente con expresión tan seria, haciendo comentarios profundamente inteligentes sobre cuadros como la Danaé de Klimt, o éste de Schiele, que a mí lo que conseguían era ponerme como una moto...

9 de diciembre de 2005

Al final me fui leyendo en el avión, last minute, la revista con el especial sobre el dadaísmo. Y me entraron dudas sobre si tenía algún sentido ir a la exposición, porque me di cuenta de que el dada es lo anti-museístico, que es un absoluto contrasentido acudir, con gesto sesudo, a una elegante sala a admirar las obras de estos terroristas del arte.

Menos mal que no me hice caso, y al final fui ayer a verla, porque me pareció cojonuda. La pena es que la vimos por la tarde, y yo ya estaba algo cansado de caminar por París, así que no la exprimí a tope. Y es que era muy densa, muchas obras, de todo tipo: textos, collages, esculturas, vídeos, grabaciones sonoras, cuadros,...

No sé qué conclusión sacar, no sé si tendría algún sentido buscarle una explicación a lo que esta banda de cachondos mentales quiso hacer, más allá de reírse de todo y de todos.

Creo que se hubiesen partido el culo de ver a gente tan seria y taaan culta escudriñando sus pajas mentales porque ahora están expuestas en respetables museos. Yo, al menos, me reí mucho.

Había una sección sobre el dadaísmo por el mundo, fuera de sus lugares de origen (Zurich, París, Nueva York), y dentro de ella, unos pocos textos en español, tanto de España (un tal Guillermo de Torre, del que tengo que buscar alguna cosa) como de Chile (Joaquín Edwards Bello).

Me paré a leer el texto de De Torre, y de pronto me di cuenta de la gran diferencia entre leer para sí, mentalmente, esa sarta de incoherencias, plagada de palabras inventadas, y pronunciar en voz alta esas mismas palabras, de la maravillosa sonoridad de nuestro idioma (Me recordó a ese texto de Cortázar, creo que en Rayuela, que describe un encuentro sexual con palabras sin ningún sentido, pero con muchísima fuerza sonora). Supongo que pasaría lo mismo con los textos en las otras lenguas, pero mis limitaciones me impiden apreciarlos plenamente.

Ayer, antes de todo esto, estuve de compras en mis lugares de perdición. Di rienda suelta al consumista desenfrenado que llevo dentro, y me dejé la pasta en libros y libros, y algún dvd. En la Fnac, hice monográfico Brassens, el cantautor más entrañable, tierno y cachondo, el padre espiritual de Bénabar, del que hablé el otro día en el blog. Brassens es razón más que suficiente para aprender francés.

Y encontré otro número especial del Magazine Littéraire sobre la melancolía, a propósito de la exposición en el Grand Palais que espero ir a ver mañana.

Seguiremos informando.

5 de diciembre de 2005

Magnífica idea en una "Carta al Director" en El País de hoy:

Nación/nacionalidad Carlos Casanova Caballero - Madrid

Como sentimiento que es, sugiero que todas las comunidades autónomas incorporen al articulado de su Estatuto su correspondiente declaración como nación, sin que en ello se pretenda fundamentar su consideración como Estado, y se pasen a debatir los aspectos verdaderamente esenciales para poder construir el constitucional Estado de las autonomías, basado en la solidaridad y el deseo de una convivencia pacífica y en armonía.

1 de diciembre de 2005

Bénabar es un cantautor francés, divertido y ocurrente, con unas letras magníficas, y con un directo que debe de ser espectacular.

Es tierno y salvaje, romántico pero siempre cachondo. Y tiene esta canción, que simplemente me en-can-ta. ¡Esto es una canción de amor, y lo demás son tonterías!

He intentado traducirla entera, pero me falta vocabulario, así que pongo las partes que he sabido entender, en traducción muy literal, para que se entienda un poco de qué va.

[Actualizo: Tres años después, edito esta entrada para meter un vídeo con la canción]



Bien sûr y’a les rimes en fleur, les métaphores, les grands discours
Les "je n’aime que toi", les "mon amour", les "pour toujours"
Les soleils couchants, le vent, la plage, les océans
Les références au cœur, c’est un organe très émouvant
Miauler "Je t’aime" tout le monde peut l’faire, c’est comme Amen
C’est pas très dur
Pour dire "bonne nuit " chaque soir, là, faut vraiment y croire
Pas besoin de prêt à porter, de slogans, de phrases toutes faites
Tous ces passe-partout, prêts à l’emploi qu’on se répète
Les mots d’amour c’est pas ça
C’est bien plus compliqué crois-moi
Les déclarations les plus belles
Ne figurent pas dans les manuels
C’est banal mais les quelques mots que je te destine
Je les préfère aimantés sur le frigo dans la cuisine
Je veux voir nos initiales côte-à-côte sur l’interphone
Pas gravées au canif dans l’écorce d’un chêne
Pas besoin de vieux balcon, de Roméo et de Juliette
Je peux me contenter d’un petit signe par la fenêtre
Faisons l’impasse sur les violons, "les toi pour moi" et vice versa
Tous ces mots trop doux qu’on a prononcés trop de fois
Mon p’tit cœur, mon p’tit chat
Mon trésor, mon petit rat
Ma p’tite fouine, ma p’tite teigne
Ma sardine, ma sardaigne
Mon sagouin, mon trois fois rien
Merci qui ? Merci mon chien !
Mon soleil, mon bouquet de roses
Mon orteil, ma boîte de douze
On peut bien sûr parler d’avenir promettre monts et merveilles
C’est bien plus fort "à tout à l’heure" quand on le murmure à l’oreille
Certains construisent des châteaux, ils y mettent des perles de pluies
Moi j’ai fixé une étagère, elle est d’ailleurs tombée depuis
Ils trouvent encore des formules quand ils se séparent
Et habillent de ridicule la fin de leur histoire
Moi j’ai pas le cœur brisé, j’ai vérifié chez mon médecin
Mais je regrette ces mots d’amour que tu me disais si bien.

Las palabras de amor

Por supuesto que existen las rimas floridas, las metáforas, los grandes discursos
Los "solo te quiero", los "mi amor", los "para siempre"
Las puestas de sol, el viento, la playa, los océanos
Las referencias al corazón, un órgano muy emotivo
Todo el mundo puede maullar "te amo", es como decir "amén"
No es muy difícil
Pero para decir "buenas noches" cada día hay que creer de verdad
No hacen falta tópicos, slogans, frases hechas
Todos esos comodines, ya "preparados para usar" que nos repetimos
Eso no son palabras de amor
Es bastante más complicado, créeme
Las declaraciones más bellas
no se encuentran en los manuales
Es banal, pero las pocas palabras que te dirijo
Las prefiero pegadas con un imán sobre la nevera en la cocina
Quiero ver nuestras iniciales juntas en el telefonillo
no grabadas con navaja en la corteza de un roble
No me hacen falta viejos balcones, ni Romeo y Julieta
Me puede bastar un pequeño gesto por la ventana
Dejémonos de violines, de "tú para mí" y viceversa
Todas esas palabras demasiado dulces que hemos dicho demasiadas veces
Mi corazoncito, mi gatita
Mi tesoro, mi ratita
Mi garduñita, mi polillita
Mi sardina, mi Cerdeña
Mi cerdita, mi cositita
¿Gracias a quién? ¡Gracias a mi perro! (??)
Mi sol, mi ramo de rosas
Mi dedo del pie, mi caja de doce
Podemos desde luego hablar del futuro, prometer el oro y el moro
Es mucho más fuerte "hasta luego" cuando se murmura al oído
Algunos construyen castillos, y meten dentro toda clase de maravillas
Yo sólo he montado una estantería, que ya se ha caído
Ellos incluso encuentran frases hechas hasta para cuando se separan
Y hacen el ridículo cuando su historia acaba
Yo no tengo roto el corazón, el médico me lo ha confirmado
¡Pero echo de menos esas palabras de amor que tú me decías tan bien!

Bénabar