Ha dado mucho juego el Radar de esta semana: además del artículo de los mapas sobre el que antes he escrito, este otro, emocionante para quien, como yo, se sienta subyugado por las figuras míticas del jazz, esos negros libres y poderosos que, en una sociedad racista y cabrona, hicieron la mejor música del siglo XX.
Se trata de la reseña de un libro de reciente aparición en Francia, titulado Les Musiciens de jazz et leurs trois voeux (Los músicos de jazz y sus tres deseos), escrito por Pannonica "Nica" de Koenigswarter, aristócrata inglesa, vividora, mecenas y amiga de, entro otros, Charlie Parker, Bud Powell o Thelonious Monk.
Durante años, se dedicó a fotografiar a los músicos de jazz con su Polaroid y a preguntarles: ¿cuáles son tus tres deseos?.
Algunas de las respuestas, por lo que se intuye en el artículo, son de lo más mundanas (Cliford Jarvis: “Tener una batería nueva”, Coltrane: “Tener tres veces la potencia sexual de hoy”), otras son sublimes, dignas de artistas (George Coleman: “Ser la mitad de lo bueno que es Bird”, Paul Wheaton: “Poder tocar lo que siento”, Sun Ra: “Un instrumento flexible para reflejar todas las emociones de cualquier ser viviente, incluido un gato o un pájaro”).
Y luego está la de Miles Davis: "Quiero ser blanco".
1 comentario:
y emocionante también, al menos para mí, esta "proclama a favor de la impureza" esta entrevista a dos voces en El País de ayer.
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