19 de diciembre de 2007

My life wasn't meant to be lived,
it was meant to be sung

Dayna Kurtz

Conciertazo el martes en Clamores: Dayna Kurtz, "la última trovadora folk de Nueva York".

Su caso, como el de Ruibal, no deja de sorprenderme: música de calidad, poesía en las letras, una voz única, poderosa y capaz de emocionar, y sin embargo no dejan de ser conocidos únicamente por pequeñas y fieles minorías: todas las mesas estaban ocupadas en el pequeño templo del jazz madrileño, si bien es cierto que había sitio para bastante más gente de pie.

Dayna, que se trabajó los mismos escenarios del circuito alternativo neoyorkino que Norah Jones (con la que llegó a grabar una versión del clásico de Duke Ellington I got it bad (and that ain't good)), no tuvo sin embargo un golpe de fortuna como el que llevó a la Jones a grabar un disco casi sin querer (como ella misma reconoce aquí: "the first album was sort of let's throw stuff at a wall and see what sticks") y a convertirse en una accidental superstar.

Y por eso sigue actuando en sitios pequeños como Clamores, que consigue llenar por completo con su intensa música (esta vez, además de su voz y su guitarra, le acompañaba un pianista que, por la pinta, podría perfectamente haberse escapado de cualquier laboratorio de físicos locos...).

Y nosotros, mientras podamos, aprovecharemos este pequeño lujo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Diosss, pues menuda pinta tendria el susodicho...
Me cuesta creer que se acercara a las pintas de muchos de mis co-legas...
Abrazote.
D

elisewin dijo...

oH, Dayna en Clamores...un poco de envidia sí que me das, eh...me imagino su voz llenando hasta el guardarropa. Uf...aún me acuerdo de la noche que pasé sola en el campamento de Alinyà: para ahuyentar el miedo me puse a Dayna bajo las estrellas, casi a oscuras...y me envolvió, cálida. Fue algo muy especial, me fui a dormir, cruzando el río, en una burbuja de terciopelo...
A ver si la próxima vez se viene a Barcelona...y me entero, claro.
besito*