31 de diciembre de 2007

Últimamente, me han dicho más de una vez que hablo demasiado. Queriendo decir, en realidad, que hablo demasiado de mí mismo. Y tienen razón.

Como hoy estamos aforísticos (me and myself, se entiende), voy a cerrar el año con esta joyita de Antonio Porchia:
No me hables: quiero estar contigo.
Y, repitiendo lo que ya dije hace unas semanas: ¡A disfrutar del 2008!

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