11 de julio de 2011

La cuenta atrás sigue su curso, empiezan las despedidas y se me están haciendo raras.

Por un lado, aunque sé que lo harán, mucho y de repente, me cuesta terminar de creerme que las cosas vayan a cambiar. De momento, sigo viniendo a Toledo cada día y mi rutina diaria apenas ha cambiado desde que tomé la decisión de pirarme.

Por otro, sigo en estado poco comunicativo. La gente me pregunta cómo lo vivo, si estoy ilusionado o si me entra el cague. A todo respondo que sí con monosílabos. Me cuesta ir más allá. Mucho más que hablar de lo que puede pasar, necesito vivirlo, cambiar de aires, desperezarme, espabilar. Crecer.

2 comentarios:

g dijo...

El preámbulo en estos casos se convierte en la zona de incertidumbre... Recuerdo exactamente la misma sensación antes de "escampar la boira", y sí, no se pasa hasta que estás y haces.
Tictac tictac.
besos muchos,
g

grankabeza dijo...

tictactictactictac!

:)