13 de agosto de 2006

Desde la caverna

Llevo una semana awol.

No tengo muy clara la razón. Supongo que algo tiene que ver el hecho de que muchos (es un decir) de mis amigos están, ahora en agosto, desperdigados por el mundo. Pero no es sólo eso, hay algo más que no llego a entender. No me apetece hablar con nadie, por lo menos no me apetece hablar de mí, de cómo estoy, pensar en cómo estoy.

Sólo hice una excepción, el otro día para el reencuentro con D, después de unos meses bastante out of touch. Y eso porque era un momento que llevaba tiempo esperando, que necesitaba. Y mereció la pena, porque tuvimos una conversación sentida, sincera, bonita. Un lujo.

Pero después, como si nada, volví a este estado ermitaño en el que ando.

Creo que no es buena señal estar desconectado del mundo, pero la verdad es que no me encuentro mal. Me dedico a leer, a verme los capítulos de varias series (¡enfermedad!) que me estoy bajando de internet y poco más.

Sé que esto no durará mucho, y por eso no llego a preocuparme. Pero es raro.

1 comentario:

grankabeza dijo...

No sé quién eres. Tampoco sé muy bien qué es lo que quieres hacer. ¿Dónde quieres colgar una foto?¿en mi blog?¿en el tuyo?


A lo mejor es más cómodo que me escribas un mail en lugar de poner comentarios sobre estas cosas.