Hay cosas que llevo desde hace tiempo escribir aquí, pero que siempre se me olvidan. Son cosas sin importancia, pero que me llaman la atención y me llevan a hacerme preguntas para las que no encuentro respuesta.
Voy a empezar con dos que se me ocurren ahora mismo:
¿Por qué pone la gente en sus coches esos cartelitos o pegatinas de "Bebé a bordo"? ¿esperan que los demás conductores tengan deferencias hacia ellos que no tendrían de no llevar a un crío en el coche? ¿actúan ellos así? ¿tiene esto algún sentido?¿merecen mejor trato los padres que viajan con su recién nacido que cualquier otro conductor? Si no es eso, ¿qué esperan entonces?
¿Qué quiere decir la gente que pone la pegatina con la bandera española en su coche (o las tiras colgantes en el retrovisor interior o, en el colmo de la horterada, y como vi una vez en Toledo, unos dados "de la suerte" forrados con la bandera)? ¿que se sienten muy españoles y lo necesitan airear para reafirmarse? ¿es el equivalente español a quienes, en Cataluña o el País Vasco, ponen pegatinas de "CAT" o "EH" para tapar la "E" de España en las matrículas de sus coches?
13 comentarios:
Amigo Marcos, aquí estoy entrando al trapo...
Te doy algunas respuestas:
- Es normal que algunos nacionalistas catalanes o vascos quieran expresar su identidad mostrando frecuentemente su bandera o símbolos. Desde su óptica, sus regiones están sometidas por el resto de España y, si así lo creen, es lógico que lo manifiesten de las formas más diversas.
- Es normal que algunos españoles aprovechen cualquier circunstancia para sacudirse los complejos históricos que arrastramos. Desde su óptica, España y algunos españoles están continuamente sufriendo ataques por el mero hecho de serlo.
En ningún país del mundo sería noticia o se prejuzgaría que un ciudadano de ese país sacase una bandera o la mostrase en una pegatina, dado o cinta. Estoy seguro que si hubieses nacido en Inglaterra o Francia no dedicarías ni una solo línea a preguntarte si aquellos que ponen la Union Jack en las camisetas de grupos de música, aquellos que diseñan ropa con ella o aquellos que la utilizan en su marca de deportes o coches, o aquellos que sacan la tricolor el 14 de julio sin pensar si son buenos o malos franceses... No dedicarías ni una sola línea a preguntarte si se creen más patriotas que los demás, o necesitan reafirmarse, o están apropiándose de símbolos comunes...
Mejor pregúntate por qué hay españoles, como tú, que no ve con normalidad que otros españoles, como yo, puedan "airear" la bandera de su país.
O al menos, empieza a alarmarte de unos simples dados o unas descoloridas cintas cuando sus dueños sean capaces de asesinar o pisotear los derechos de sus vecinos por el simple hecho de tener otras ideas políticas.
Con cariño (mucho),
Alberto
Así me gusta, Alberto, dándole vidilla al blog! ;-)
Primero, me gustaría diferenciar entre "normal" y "habitual".
Desde luego, es habitual, casi cotidiano, ver en Catalunya o en Euskadi, procesiones de banderas por cualquier motivo, con cualquier excusa.
Y no te digo ya nada en los días señalados: hace año y medio, pasé el 11 de septiembre, el día nacional de Cataluña, en Barcelona. Yo nunca he visto tantas banderas en la calle, en los balcones, en los autobuses... Hasta los niños las llevaban como capa. Y, por supuesto, muchas de ellas eran esteladas, banderas independentistas.
Yo lo único que podía pensar entonces es: ¿qué pasaría si el 12 de octubre Madrid, o cualquier otro sitio de España, se llenase de tantas banderas como había allí entonces? ¡Pues que sería tan hortera e insoportable como este espectáculo!
Y también pensaba: ¡qué bien vivimos los madrileños sin tanta exaltación de la hispanidad! A pesar de la "banderita" de Colón... :-)
Ese espectáculo, digo, es habitual, pero no tengo nada claro que sea normal.
Lo de los complejos históricos es algo que tenemos en España, sin duda. Hay mucho tarado, sobre todo en una sedicente (cómo me gusta esta palabra...) izquierda, incapaz siquiera de pronunciar el nombre de nuestro país sin pedir perdón por ello.
Pero, para mí, mejor manera aún de sacudírnoslos, en lugar de airear nuestra bandera y pegárnosla en la mochila ;-) o donde sea, es simplemente pasar de banderas.
Como diría Savater, pasar de la "idea de España", y centrarnos en España, o incluso mejor, en los ciudadanos españoles.
No sé qué pasaría si hubiese nacido en otro lugar. A lo mejor tienes razón y pensaría de otra manera. Yo creo que pensaría más o menos igual: a mí las banderas, como trapos de colorines, me gustan, y hasta me hacen gracia. Porque me parecen horteras, y alimentan ese ramalazo mío horterón en el que a veces me gusta recrearme.
Pero sé que no son solo eso, que son símbolos grupales, y cuando hay un grupo, un "nosotros", es porque también hay un "ellos", los otros. Y eso es lo que no me gusta, no lo puedo evitar.
Pero todo esto tú ya lo sabías, que rido Alberto, porque ya nos hemos soltado el turroncillo más de una vez... ¡y las que quedan!
Vaya, esto se anima!
Pues que sepáis que yo estoy de acuerdo con los dos, algo que no es en absoluto imposible porque ambos tenéis razón en parte de lo que decís.
Pero sobre todo, estoy de acuerdo con Jorge:
...perdonen que no me aliste
bajo ninguna bandera,
vale más cualquier quimera
que un trozo de tela triste...
Besines.
R
Sí señora(¿Ro? ¿Ru?), ¡muy grande Drexler!
En el fondo, el sentimiento nacional es, al menos en parte, y por muy elaborado que esté, otra manifestación del instinto grupal que también alimenta a las religiones y sectas de todo pelo (¡toma!):
Yo soy un moro judío
que vive entre los cristianos
no sé qué dios es el mío
ni cuáles son mis hermanos...
Y, aún mucho más grande que Drexler, si cabe, el maestro Brassens...
Y así ya me he ido por los cerros de Úbeda de vuelta al mundo de las canciones y la poesía, donde está mi única patria...
¿qué pegatina pongo entonces en mi Toledito?
:-P
Una de "Bercianos, República Independiente"? :-P
R (Pimen)
Aah. Poco después de escribir mi comentario de ayer, pensé que probablemente serías tú... :-)
¡A mí me parece una idea estupenda!(Pero que no te oiga Alberto hablar de repúblicas... ;-P)
Ahora hay que buscar una bandera, un himno, definir la gramática y ortografía de la lengua local, buscando cualquier pequeña idiosincrasia para que quede claro que, por supuesto, no es un dialecto del castellano... Y buscar fecha para el día nacional vidrialés, que será fiesta de guardar y nos obligará, como buenos vidrialeses que somos, a acudir en peregrinación a Bercianos todos los años, a agitar nuestras banderas (nada de banderas españolas, Albertito, que te veo...), beber vino del terruño, y meternos un chuletón del Churrasco...
Vale, pues me apunto a todo menos a lo de las banderas, la peregrinación, el no-dialecto, el himno... Vamos, que cuentes conmigo para el churrasco, los paseitos al sol con Lúa y el buen vino. Y por supuesto, el parchís que no falte! ;-)
juas juas juaaaaaaaas, esto parece una conversación de un sábado entre 1430 y 1545 en El Churrasco de Bercianos. Yo creo que si lo lee el fulano de la parrilla, adivina quién está detrás de este tinglao en cero coma.
Dicho lo cuaaaaal, suelto mi meeting (tiembla, Fidel, que sigo tu camino - en longitud de discursos, se entiende): a mí no me parece mal que la gente muestre sus banderas, siempre que no sea para meterle el palo al otro en el ojo. El problema son las connotaciones que - gracias a la inestimable colaboración de cabestros de uno y otro lado - han ido tomando nuestras banderas (la nacional y algunas autonómicas).
No entiendo que en una manifestación de defensa de la familia (¿?!!!) la gente se envuelva en banderas españolas. O que en otra contra la guerra de Irak se agiten banderas republicanas y no haya, por ejemplo, ni una sola de la ONU, cuyo papel era, en teoría, el que se defendía en aquellos días.
Sí entiendo que al manifestarse en favor del estatuto catalán, por ejemplo, se muestren banderas catalanas. O que al pedir el fin del terrorismo de ETA, se muestren banderas españolas junto a las ikurriñas.
Al final, el problema es que algunos (entre los que me incluyo) estamos dejando/hemos dejado que una parte de la población se apropie de los símbolos de todos. Pero muchas veces es nuestro problema: ¿para cuándo un acto del PSOE donde ondee la bandera española sin complejos?, ¿por qué dejamos que el PP se apropie de nuestra bandera? La siento igual de mía que ellos, pero resulta que no creo ni en la relación privilegiada del Estado con la Iglesia, ni estoy en contra del matrimonio de los homosexuales, ni me gustan sus políticas privatizadoras y neoliberales, ni me mola su no-programa sobre el medio ambiente, ni me gusta la barba de Mariano...
¿Qué hizo Ségolène en Francia cuando el Sarko quiso apropiarse de la bandera?: mostrarla también en sus actos diciendo que nunca dejará que sea patrimonio de la derecha. El mismísimo Gran Kabeza, cabreado por este tema, un día me dijo que a la próxima manifestación acudiría con una bandera española (la roja y amarilla, se entiende), supongo que para demostrar que no es patrimonio exclusivo de la derecha más casposa.
En fin, que ha sido la bandera de Franco, pero también de las Constitución de Cádiz, de la Primera República y de estos jefísimos últimos 30 años. Y, como dice el gurú Savater, es la bandera que, a día de hoy, representa los derechos y las libertades que tenemos.
Y bueno, sólo una cosa más para otro debate: lo que echo mucho de menos es una mayor presencia de la bandera de la UE en edificios, manifestaciones, actos, congresos, coches, dados en los coches, mochilas, tatuajes, cintitas que cuelgan de los retrovisores...
Ahí queda eso. Abrazos y besos.
Con tanto meeting, me olvidé de adherirme a la propuesta de la República Bercianera.
Sobre lo de la lengua, creo que por lo menos ya tenemos vocabulario propio: 'turrón', 'bombais', 'soplidittto', 'berrako/a', 'jefada' son sólo algunos ejemplos.
También os recuerdo que tenemos normas de circulación exclusivas y diferenciales: no superar los 80 km/h en autovía o no volver nunca a Madrid en línea recta, por ejemplo.
Y, por último, propongo que el escudo sea un jefe lobo, hecho diferencial indiscutible.
¿Un lobo o directamente una caquita de lobo? :-D
Lo de las caquitas sería demasiado para más de uno, pero bueno.
Fe de errores: ahí arriba donde digo 'meeting', debería decir 'mítin', que luego viene el Grankabeza a tirarme de las orejas - y con razón.
Yo estoy de acuerdo con mi tocaya ;-), y de salir con una bandera: con la de ciudadana del mundo!! (que no la hay, pero sí un registro…flipo!)
Rú (Losa)
En realidad, yo estoy de acuerdo con N.
Mis provocaciones eran sobre todo para darle un poco de vidilla al blog, que nadie me hacía ni caso... :-P
Supongo que cada bandera tiene su sitio y momento.
Y, en realidad, por mucho que se empeñen esos cabestros de los que habla N., no hay razón para oponer unas a otras. Como símbolos de identidad que son, se puede sentir afecto, o lo que sea que se siente por las banderas, por varias a la vez, como se pueden compartir sentimientos de pertenencia a diferentes grupos.
P.S.: Para el próximo viaje a Bercianos, pondré como deberes que cada uno traiga una propuesta de bandera vidrialesa. Y aviso que la mía llevará una caquita de lobo. Con un par.
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