Mi cumpleaños, hace apenas cinco días, no fue un buen día, ya lo conté aquí.
Sé que hubo quien pensó que lo que me entristecía era el hecho de cumplir años, de ir dejando atrás, añito a añito, la juventud.
Supongo que algo habría de eso, pero creo que no es lo importante. Lo que hace que estos últimos días esté aún más raro de lo habitual es el hecho de que hoy, 7 de mayo, mi hermana Clara habría cumplido años también.
Y aunque tengo la sensación de que mi penosa memoria está haciendo que se me olvide cómo era, hace un par de noches, después de bastante tiempo sin hacerlo, soñé con ella. Estábamos los cuatro, mis padres, Clara y yo, como si fuese lo más normal, como si no hubiesen pasado ya casi diez años desde que murió.
Y aunque no fue un sueño agradable ni mucho menos, probablemente se podría calificar de pesadilla, me sentó bien saber que aún la tengo cerca, aunque sea sólo en mi subconsciente.
Un beso, hermana.
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