27 de noviembre de 2006

Clara

Hoy hace seis años que mi hermana se suicidó.

Como escribí hace un año, todos en la familia llevamos esta fecha grabada a fuego en el alma. El 27 de noviembre siempre será para mí un día triste, feo.

Ya no siento el dolor agudo de los primeros tiempos, eso es verdad, pero llevo todo el día al borde de las lágrimas.

Empiezo a aceptar que nunca me acabaré de acostumbrar a su ausencia. Aprenderé, he aprendido, a vivir sin ella, pero a base de no darle muchas vueltas al hecho de que nunca (sólo aquí tiene realmente sentido la palabra nunca) la volveré a ver, ni a abrazar, de que sólo podré escuchar su voz en mis sueños, su voz que a veces no estoy seguro de recordar aún.

Intento ser optimista y apreciar lo que he aprendido de esta convivencia cotidiana con la pérdida, con el vacío que deja en la vida la desaparición de una persona, quizá la única persona, que se supone (qué fácil se dan por supuestas ciertas cosas) que iba a acompañarme toda la vida. Los padres han de morir, es ley de vida (puta vida), antes que los hijos; los amigos, como mi querido idiota de J, pueden separarse, enfadarse, irse; los amantes se van sucediendo, nos matan, nos reviven. Pero los hermanos, así me gusta verlo, deberían estar ahí siempre.

Hace unos años, mi padre me dijo algo así como: "Ahora tú eres hijo único". Yo le contesté que no era verdad, que soy quien soy, soy como soy, en gran parte, porque crecí junto a esa persona excepcional que fue mi hermana.

Y ahora también soy como soy, en gran parte, porque Clara ya no está aquí.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

te daria un abrazo fuerte si estuviese un poco mas cerca.
D

grankabeza dijo...

Muchas gracias, querido D. Aunque no sea este finde, que no estaré por los madriles :P, espero que pronto nos podamos dar ese abrazo de nuevo.

Take care.

grankabeza dijo...

Moltes gràcies, bonica.

Ens veiem aquest cap de setmana a Barna.

La idea del tiramisù ja m'ha alegrat el dia... ;)

lorian dijo...

y yo ahora con lágrimas en los ojos...

un beso

Mar dijo...

Me he quedado encogida con esta entrada que encontré sin querer.

Eres valiente.

Malditos números que recrean fechas indelebles. Cicatrices del alma.

No te conocía antes ni te conozco ahora, pero me reitero, eres muy valiente.

Abrazos.

grankabeza dijo...

No creo que sea valentía, sino exhibicionismo :)

Pero sí te doy la razón en lo de los jodidos números. Arj!

Un saludo.

Océano Mar dijo...

Pudiera serlo también. Pero es de valientes llamar a ciertas cosas por su nombre, claro y alto, aunque quemen.

A veces etiquetamos como exhibicionistas actitudes transparentes. Si se producen es porque se necesitan y hablar de ello es honorable.

Al fin y al cabo te estás desnudando en tu casa, somos los demás los que decidimos si lo que vemos es o no impúdico.

Y para mi, me reitero, es valiente.

Saludos.