No llegaba yo al concierto de anoche en las mejores condiciones (...), y la cosa tampoco empezó bien cuando la voz de Eilen apenas se oía en la primera canción.
Pero afortunadamente, aunque no llegó a las cotas gloriosas del del año pasado, el concierto acabó despegando y terminamos disfrutando de nuevo de la simpatía, la voz y la peculiar manera de interpretar de Eilen, ya fuese cantando a Billie Holiday (Fine and Mellow), a Loretta Lynn (Fist City versión Tomelloso, Don't Come Home A-Drinkin' with Lovin' on your Mind), al Van Morrison primigenio (I'm Gonna Dress In Black) o sus propias composiciones.
Como tantas otras veces, en tantos otros conciertos, vuelvo a sentirme afortunado de poder disfrutar de lujos tan accesibles pero en cierto modo tan improbables como poder escuchar en directo a esta chica de Idaho en Madrid, su "ciudad favorita en casi todo el mundo," adonde promete volver el año que viene.
We'll be waiting for you, Eilen.
:)
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