8 de noviembre de 2006

Los Pagaza

De pie, delante de un puerta de tantas del aeropuerto de Barajas, ante unos taxistas y sus vehículos recibí una llamada de una persona que vive fuera del País Vasco. Le pregunté inmediatamente: "¿Por qué me llamas?". Abrumado, muy tenso me indicó: "¿No lo sabes?". Y yo: "Ahora sí". Terminé casi de inmediato la conversación y me acuclillé ante la puerta de aeropuerto mientras se me escapaba un alarido y el llanto. Indiqué a un taxista de los que me miraron asustados que me llevara de vuelta al hotel.

Atravesaba el pasillo de acceso a mi habitación cuando vi a una mujer que limpiaba las habitaciones. "Han matado a mi hermano" debí de decir y me aferré a como una naúfraga a la mujer desconocida. Abandonada en su regazo pude sentir que se abría por dentro para arroparme sin dudar, para sacar a flote con la fuerza del cariño a la mujer que se quebraba, que se hundía, sin fuerzas, sin esperanza entonces, casi sin remedio. Sin preguntas, con una entrega esencial, hay seres humanos capaces de darse para impedir el abismo interior de otra persona. Sentir el calor de otra persona no es una metáfora porque noté de forma absolutamente física la tibieza de madre de la piel de aquella mujer desconocida. Siguiendo el instinto humano, aquella sabia piel me sacó a flote. En la habitación, la mujer me recuperó de lo oscuro y después vinieron las tilas, las primeras llamadas a los seres queridos, el miedo a perder a aquellos que amo y la solidaridad espontánea entre sus compañeras que organizarían una tarde de rezos por la recuperación de Joxeba cuando acabaran el turno de trabajo. Ahora puedo imaginar la fuerza de su fe aquella tarde y la desolación por Joxeba, al que habían hecho suyo sin conocerlo cuando supieron que había muerto.

Maite Pagazaurtundua, "Los Pagaza. Historia de una familia vasca"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que no sabía es que Pagaza fue miembro de ETA antes del 75. Es curioso el recorrido de estos vascos que empezaron luchando contra la dictadura en ETA y años después se acabaron enfrentado a los terroristas desde posiciones no nacionalista, normalmente desde el PSOE.

Así, de primeras recuerdo a Mario Onaindía y a Jon Juaristi, pero fijo que hay más.