La gran decisión no es entre Euskadi y España, sino entre ser vasco y español o ser vasco sin España. O ser español sin Euskadi. ¿Nos lo hemos planteado en serio? ¿Reforzar la identidad vasca requiere renunciar a la realidad en sus aspectos cotidianos, prácticos? La experiencia de la convivencia y la tolerancia plural, ¿no ofrece acaso mayores posibilidades de crecer como seres humanos si la asumimos como una riqueza, en vez de como un fastidio transitorio? Ni la asimilación ideológica, ni la separación legal serían positivas en el plano práctico o moral, pues fracturarían sin remedio la sociedad vasca y traerían graves consecuencias en lo económico y en lo humano para todos.
Maite Pagazaurtundua, "Los Pagaza. Historia de una familia vasca"
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