11 de mayo de 2008

Tengo un problema con el tiempo.

Para mí, de alguna forma, se paró hace casi ocho años, cuando mi hermana murió. O eso quiero pensar y quizá el problema viene de antes, de siempre, y el trauma únicamente lo agravó.

Esto no significa que yo siga viviendo esos momentos, o quizá sí (me cuesta tener alguna certeza a este respecto, no me fío nada de lo que pienso, digo, escribo). Lo que me pasa es que no consigo ver la continuidad, soy incapaz de planificar mi futuro de una forma realista, sensata, de dar los pasos para construirme una realidad distinta, mejor, donde esté más a gusto, contento, o al menos tranquilo, sin esta angustia que últimamente siento cada vez más a menudo.

Voy de sueño en sueño, de ilusión en ilusión, pero nunca llevo nada a la práctica. Ni siquiera doy el primer paso, porque siempre encuentro una excusa para retrasarlo indefinidamente hasta que cualquier otra posibilidad pasa por mi kabeza y me aferro a ella con pretendida esperanza.

A esto se une mi incapacidad para centrarme profesionalmente, para decidir qué quiero ser de mayor, es decir, ahora. O quizá lo primero sea causa de lo segundo, no lo sé.

Nunca he pensado demasiado en cómo quería que fuese mi vida y ahora tengo la impresión de que se han ido cerrando puertas, posibilidades, y me faltan fuerzas, voluntad, disciplina, capacidad, para recuperar el tiempo perdido, para volver a ponerme en marcha.

Lo único que tengo claro es que el tiempo pasa, a pesar de mis fantasías, y no avanzo, no crezco.

Sigo siendo un niño, pero con 31 años.

Pero estoy harto de mí, de pensar estas cosas, de la impotencia y la frustación que siento ahora mismo.

Y, aunque escribir esto me alivia de algún modo extraño, como le sucede a David Grossman al escribir sobre su país o sobre la muerte de su hijo, no sé qué hago publicándolo, dejando que alguien lo lea. Es probable que me arrepienta y lo borre. Pero quizá lo deje, aunque sólo sea para recordarme a mí mismo, cada vez que una nueva ensoñación se me cruce por la mente, que no es eso, que ya está bien.

(En resumen, y mucho mejor expresado)

9 comentarios:

Anónimo dijo...

le temps perdu ne se récupère jamais, alors il faut chercher en toi cette force et avancer, avec tes doutes et tes peurs, mais toujours vouloir continuer d'avancer.

grankabeza dijo...

Tienes razón. Es una forma de hablar, pero no tiene sentido.

Aunque quizá pueda parecer algo raro, para mí la manera de encontrar esa fuerza pasa, al menos en un principio, sobre todo por mejorar el estado físico.

Por eso me parece tan importante lo que escribí el otro día, y supongo que por eso hablo tanto de ello.

elisewin dijo...

Un abrazo,
guapito*

por llevar la contraria;) y por lo que estoy sintiendo estos días (estos meses...): el tiempo lineal no se recupera, pero el tiempo que se estanca en los huesos, en los músculos,el tiempo no vivido, esa parte de ti que no has dejado respirar, ésa sí que se recupera. Y vuelves a revivirte a ti misma en las mismas situaciones, tus tediosos lugares comunes pasan a ser exóticas emociones...tan exóticas como asumir oportunidades que no deseaste y ahora desear lo que te pasa. Desear en presente continuo. Eso sí que es recuperable. Y bueno, kabezón;), mis palabras siempre suenan más rimbombantes que la contundencia de lo que siento (el miedo a que se rompa la primavera siempre esta ahí, absurdo y amenazante), pero estás avanzando, ya lo creo (y perdiendo peso, eso es simbólico, no crees;)?). Sobretodo, te mueves, y eso ya despierta los "tiempos perdidos".
Admito réplicas nihilistas, voy bien armada:P.
(uf, a ver si me voy a arrepentir de lo escrito y dentro de unos días te pido que lo borres...jeje).
muamua

grankabeza dijo...

Nada de réplicas nihilistas, de eso también me estoy quitando :-)

Me gusta lo que dices, eso de recuperar el tiempo que se había detenido, volver a ponerlo en marcha, volver a desear, a tener proyectos. En ésas ando, aunque bien despacito por ahora. Aunque hay días, como cuando escribí este post, en que flojeo, y me cabreo.

Un besito.

P.D.: estoy dejando el nihilismo, pero del pedantismo nunca seré capaz de desengancharme: ¡¡nada de "sobretodo"!! ;-)

Anónimo dijo...

Me gusta que lo hayas dejado...
En realidad, aunque no lo parezca, nos movemos, avanzamos, y crecmos. Quizas a distintos ritmos, o en diferentes aspectos y realidades de nuestra circustancia, la de cada uno; pero avanzar, avanzamos!
No sabemos a donde, pero no importa, lo que importa es el acto de la voluntad, la volicion de mejorar, de ser mas feliz, de estar mas sosegado, y tranquilo con uno, con lo que uno es. Cada vez a mas, te veo ennorme!
Abrazo tremendo
D

grankabeza dijo...

¡Otro para ti, jefe Gandhi!

Angela dijo...

¿Pero qué mierda es ésta? Tu no has perido el tiempo, lo que pasa es como eres tonto del culo no te das cuenta de lo bien que lo has aprovechao: Has estudiado hasta una carrera, que te gusta, por si no te acuerdas. Hablas tres idiomas respetablemente. Viviste en Paris. Tienes una chupi panda de amigos estupenda. Tus padres estan ahí.La suerte te ha relacionado con tias im-presionantes, incluso en el sentido biblico del término (para muestra un botón). Y disfrutas de muchas cosas: Lees, escuchas, bebes y respiras. ¿De qué te quejas, llorón?

grankabeza dijo...

Pese a todo lo que dices, que hasta puede que sea verdad ;-), quiero más. Y mejor.

Y me quejo de no ser consecuente, de no hacer el esfuerzo, de no ir a por ello con todas mis ganas y mis fuerzas.

Anónimo dijo...

Hola, no te conozco, llegué aquí por casualidad, pero, me llamó la atención lo que dices, de no saber que quieres ser, un niño de 31 años... En eso, entiendo...
Saludos.