Lo que pretendía ser una oda a mi querido compañero de viajes ha acabado convirtiéndose, caprichos del destino, en una elegía.
El pasado martes, a eso de las ocho y media de la mañana, el Toledo acabó sus días en Toledo, como no podía ser de otra manera.
Afortunadamente, su pérdida es la única que hay que lamentar, porque no hubo desgracias personales.
Salvo porque tengo el cuello algo magullado, yo me encuentro perfectamente y, después de un par de días fuera, dedicados entre otras cosas a buscarle sustituto al Toledito, hoy vuelvo a mi apasionante curro.
10 comentarios:
¿magullado?
pero bueno, ¿te has piñado?
rip toledo
Pues sí, pero todo el golpe se lo llevaron los coches, nadie resultó herido.
Pudo haber sido horrible pero se quedó en un buen susto.
Uf.
Buff, me alegro de que no haya sido nada.
C.
Pues no te imaginas cuánto me alegro yo... ;)
Bueno, qué bien que no te hiciste nada...!
Estas casualidades proféticas de dedicar un post al coche y después ésto...uau.
un abrazo
joder Marcos, que miedooo!
En un ataque de edo te pedí que me dedicaras un post en tu ya célebre blog sobre el viaje de barna, pero visto lo visto, te re-pido que no lo hagas, no vaya a caerme encima una enciclopedia, o algo así.
Suficiente tengo con la espalda...
un abrazo!
ignasi
¡Túuu seráaaas el siguieeeente, Ignaaaasi, uuuh uuh uuh!
En breve escribiré un post recordando todos nuestros buenos momentos y tal, no te preocupes.
Y también haré lo propio con n., por petición expresa.
¿Alguien más se apunta?
:-P
Tú te libras, Alba, pero sólo porque no te conozco... ;-)
Endavant!!
Yo me apunto.
Sólo por ver tus aptitudes como cenizo a pleno rendimiento.
Un placer compartir el placer de leer a Chantal.
No sé si placer es la palabra adecuada, pero un placer compartirlo en todo caso ;)
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