2 de noviembre de 2008

Densidad

Como cada semana, leo el artículo de Muñoz Molina en Babelia y me reencuentro con otra de esas voces que siempre me interesan, siempre me dicen algo.

Justo antes, acababa de leer la reseña del último libro traducido de uno de los grandes referentes de Muñoz Molina: Philip Roth.

Y todo esto lo hago mientras escucho de fondo el último disco de Bob Dylan, Tell tale signs, el más reciente volumen de sus archivos piratas oficiales, The Bootleg Series.

Coinciden en mi kabeza tres autores que poseen un atributo valioso, raro y difícil de definir. Yo lo llamo densidad.

Lo pienso cada vez que escucho a Dylan, pero también me pasa con Leonard Cohen, y con Sabina: Sus canciones tienen la capacidad de evocar muchas cosas con pocas palabras. Supongo que detrás no sólo hay genio, talento, sino también mucho trabajo para construir esas frases densas, cargadas de posibilidades, de sugerencias, de mundos enteros.

De una forma distinta pero en cierto modo similar, Muñoz Molina y Philip Roth tienen la habilidad de expresar con certeza, con sencillez pero sin simplezas, sensaciones, sentimientos, experiencias, conceptos, que reconozco, que he vivido, pero soy incapaz de verbalizar.

Como cuando Muñoz Molina dice, hablando de la reciente obsesión con la "memoria histórica":

La responsabilidad que sí nos corresponde es la que menos ejercemos: la de comprender de verdad, hondamente, sin prejuicios sectarios, la tragedia que vivieron nuestros mayores; la de indagar el origen de cada injusticia y lamentar de corazón cada crimen sabiendo siempre que la memoria es insegura y que el pasado puede estar lleno de trampas y de sorpresas amargas, de ambigüedades y zonas grises que nosotros no siempre somos quiénes para juzgar.

O, a continuación:

[...] Y hay una obscenidad moral en el juicio de quien se pone por encima, tantos años después, de quien sufrió mucho más. Los comensales nos miramos, alrededor de la mesa, en el asilo confortable de nuestra ciudadanía democrática, de nuestro bienestar civilizado, que nos permite hablar de los campos de exterminio mientras apuramos una botella de vino y un postre de quesos: en circunstancias peores, con nuestra vida en peligro, o ni siquiera eso, sabiendo que podríamos perder la libertad, o el trabajo, ¿en qué nos convertiríamos cada uno de nosotros?

También a esa pregunta lleva años dándole vueltas Tzvetan Todorov, y vuelve a tratarla en este último libro, en el que hace un esfuerzo de sutileza y honradez intelectual para precisar el significado de palabras tan manipuladas, tan decisivas sin embargo, como civilización y barbarie. Ni la una ni la otra designan estados permanentes, delimitados por fronteras fijas. Civilización es igualdad ante la ley y respeto a las diferencias de los otros. Barbarie es desigualdad, injusticia y tiranía. El derecho a la diferencia no equivale a disculpa para la opresión. El espíritu de la Ilustración no niega la diferencia en nombre de la universalidad: tan sólo distingue aquellos valores supremos que nos hacen libres e iguales, y que son tan frágiles que han de ser permanentemente defendidos. Bárbaro no es quien profesa otra religión o habla otra lengua o es más ignorante o no domina la tecnología. Bárbaro es quien niega a otro la plena condición humana. Y cometiendo actos bárbaros no se defiende la civilización contra la barbarie: se capitula ante ella haciéndola legítima. Barbarie es el ataque del once de septiembre y Abu Ghraib y Guantánamo. Hay muchas formas de cultura, pero sólo una de civilización: aquella que no consiente que se ejerza abuso sobre nadie.

(La negrita es mía)

Philip Roth, cuya inteligencia me fascina, de quien he leído más ensayo (libros sobre libros, sobre escritores, como siempre...) que otra cosa, pero del que sé que en algún momento leeré las grandes obras, me deja en la reseña de Javier Aparicio Maydeu un par de citas, de destellos:

"continuamente estamos escribiendo versiones ficticias de nuestras vidas"

"los delicados artificios con los que las novelas crean la ilusión de una realidad más parecida a lo real que la nuestra"

2 comentarios:

sara dijo...

barbarie
1_incutlura, atraso, retraso, subdesarrollo.
2_crueldad, brutalidad, sevicia, barbaridad.

a philip roth le daría mi teléfono, a bob dylan el perdón y mi voz y a Leonard...¿què voy a darle a Leonard?...a Leonard mi amor.
_everybody knows

grankabeza dijo...

Leonard ya tiene mi corazón. Hace mil años ya que se lo entregué. Creo que nunca lo recuperaré.