Se me ocurre de repente que a las personas, más que muchas otras cosas, nos definen nuestros conflictos inconclusos, nuestras tensiones internas irresueltas: somos un campo de batalla donde se enfrentan en una lucha sin fin nuestros anhelos y nuestras realidades (whatever that means...). Hala.
No es nada especial, supongo que nos pasa a casi todos, pero de pronto he tenido plena conciencia de la tensión que hay en mi kabeza (donde vivo, by the way), entre lo que quiero hacer, saber, sentir, y lo que realmente hago, aprendo, siento. (Si me pusiese cínico, y no es ni mucho menos donde ando, remataría la idea con esta frase de una canción de Sabina: "lo que iba a ser, la mierda que ha sido.")
Estoy en la cama, escuchando el último episodio de Rebooting the News (friquiiii, I know), el podcast semanal de Jay Rosen, profesor de periodismo en NYU, y David Winer, un crack del que ya he hablado más veces aquí, dedicado al futuro del periodismo (the rebooted system of news). Y siento otra tensión, la que existe entre el metódico y (relativamente) moderado Rosen y el desbarrante e intencionadamente provocador Winer, de la que surgen chispas de inteligencia, ideas a medio moldear que van puliendo entre los dos, a veces sin llegar a entenderse mutuamente, en general consiguiendo darles suficiente forma para que yo alcance a entenderlas.
Un ejemplo: hace unos días, Winer escribió en su blog un post titulado The enemy of progress is complexity; un par de días antes, habría escrito otro bajo el epígrafe Our civilization doesn't scale, en el que, entre otras cosas, arremetía contra la tendencia conservadora (que también se da en gran parte de la izquierda, añado yo, porque me parece que es un rasgo humano muy extendido), que Winer singulariza en los enemigos del "Big Government", de simplificar en exceso la imagen que se tiene y que se da de la sociedad:
Most of the hype from anti-government people are mashups of what President Reagan said to get elected, but had nothing to do with the way he governed. None of the things he said about government could actually work in the world he lived in, and would work even less in the world we live in today. But he didn't try to implement his ideas. He was a pretty normal politician that way. Sure wasn't anything remotely like a prophet.
Honestly, our problem isn't government, it's the huge number of people on the planet, multiplied by the complexity of the lives we lead.
Habiendo leído este segundo post, al encontrame dos días más tarde con el título del primero que menciono, imaginé que Winer se refería de nuevo a la complejidad y al progreso sociales, cuando en realidad estaba hablando del desarrollo abierto de software.
Creo que lo mismo le debió de pasar a Rosen, porque en el podcast que he dejado de escuchar para escribir esto (friqui al cuadrado, I know that too), toma la reflexión de Winer y la traslada al periodismo, mencionando las ideas de Thomas Jefferson, uno de los padres de la patria, respecto a cómo una de las maneras de mantener al pueblo informado e interesado por los asuntos públicos que le conciernen es precisamente evitando que estos lleguen a ser demasiado complejos (Rosen comenta que este es uno de los motivos por los que Jefferson pretendía que la estadounidense continuase siendo una sociedad agrícola, en lugar de una sociedad industrial y urbana).
O en sentido contrario, continúa, nada mejor que este mundo del sistema de crédito global, de las redes de creciente complejidad, para que las "unaccountable elites" que ostentan el poder puedan ejercerlo sin tener que responder de sus actos ante nadie.