22 de octubre de 2010

Tensiones

Aunque el cuerpo no ha tenido el descanso que necesitaba (sin motivo, llevo dos horas despierto), tengo la kabeza disparada ("la zona erógena por excelencia es el cerebro", escribí hace un rato en Facebook, y no estaba pensando (sólo...) en sexo).

Se me ocurre de repente que a las personas, más que muchas otras cosas, nos definen nuestros conflictos inconclusos, nuestras tensiones internas irresueltas: somos un campo de batalla donde se enfrentan en una lucha sin fin nuestros anhelos y nuestras realidades (whatever that means...). Hala.

No es nada especial, supongo que nos pasa a casi todos, pero de pronto he tenido plena conciencia de la tensión que hay en mi kabeza (donde vivo, by the way), entre lo que quiero hacer, saber, sentir, y lo que realmente hago, aprendo, siento. (Si me pusiese cínico, y no es ni mucho menos donde ando, remataría la idea con esta frase de una canción de Sabina: "lo que iba a ser, la mierda que ha sido.")

Estoy en la cama, escuchando el último episodio de Rebooting the News (friquiiii, I know), el podcast semanal de Jay Rosen, profesor de periodismo en NYU, y David Winer, un crack del que ya he hablado más veces aquí, dedicado al futuro del periodismo (the rebooted system of news). Y siento otra tensión, la que existe entre el metódico y (relativamente) moderado Rosen y el desbarrante e intencionadamente provocador Winer,  de la que surgen chispas de inteligencia, ideas a medio moldear que van puliendo entre los dos, a veces sin llegar a entenderse mutuamente, en general consiguiendo darles suficiente forma para que yo alcance a entenderlas.

Un ejemplo: hace unos días, Winer escribió en su blog un post titulado The enemy of progress is complexity; un par de días antes, habría escrito otro bajo el epígrafe Our civilization doesn't scale, en el que, entre otras cosas, arremetía contra la tendencia conservadora (que también se da en gran parte de la izquierda, añado yo, porque me parece que es un rasgo humano muy extendido), que Winer singulariza en los enemigos del "Big Government", de simplificar en exceso la imagen que se tiene y que se da de la sociedad:

Most of the hype from anti-government people are mashups of what President Reagan said to get elected, but had nothing to do with the way he governed. None of the things he said about government could actually work in the world he lived in, and would work even less in the world we live in today. But he didn't try to implement his ideas. He was a pretty normal politician that way. Sure wasn't anything remotely like a prophet.

Honestly, our problem isn't government, it's the huge number of people on the planet, multiplied by the complexity of the lives we lead.

Habiendo leído este segundo post, al encontrame dos días más tarde con el título del primero que menciono, imaginé que Winer se refería de nuevo a la complejidad y al progreso sociales, cuando en realidad estaba hablando del desarrollo abierto de software.

Creo que lo mismo le debió de pasar a Rosen, porque en el podcast que he dejado de escuchar para escribir esto (friqui al cuadrado, I know that too), toma la reflexión de Winer y la traslada al periodismo, mencionando las ideas de Thomas Jefferson, uno de los padres de la patria, respecto a cómo una de las maneras de mantener al pueblo informado e interesado por los asuntos públicos que le conciernen es precisamente evitando que estos lleguen a ser demasiado complejos (Rosen comenta que este es uno de los motivos por los que Jefferson pretendía que la estadounidense continuase siendo una sociedad agrícola, en lugar de una sociedad industrial y urbana).

O en sentido contrario, continúa, nada mejor que este mundo del sistema de crédito global, de las redes de creciente complejidad, para que las "unaccountable elites" que ostentan el poder puedan ejercerlo sin tener que responder de sus actos ante nadie.

NYC día (noche) -2

¿Y si mis crónicos problemas para dormir de un tirón hasta que suene el despertador ;), agravados estos últimos días (noches), significan simplemente que mi cuerpo es tan sabio que se está montando su propio anti jet lag a este lado del Atlántico?

(Ver hora de publicación.)

18 de octubre de 2010

Eilen (year two)

No llegaba yo al concierto de anoche en las mejores condiciones (...), y la cosa tampoco empezó bien cuando la voz de Eilen apenas se oía en la primera canción.

Pero afortunadamente, aunque no llegó a las cotas gloriosas del del año pasado, el concierto acabó despegando y terminamos disfrutando de nuevo de la simpatía, la voz y la peculiar manera de interpretar de Eilen, ya fuese cantando a Billie Holiday (Fine and Mellow), a Loretta Lynn (Fist City versión Tomelloso, Don't Come Home A-Drinkin' with Lovin' on your Mind), al Van Morrison primigenio (I'm Gonna Dress In Black) o sus propias composiciones.

Como tantas otras veces, en tantos otros conciertos, vuelvo a sentirme afortunado de poder disfrutar de lujos tan accesibles pero en cierto modo tan improbables como poder escuchar en directo a esta chica de Idaho en Madrid, su "ciudad favorita en casi todo el mundo," adonde promete volver el año que viene.

We'll be waiting for you, Eilen.

:)

14 de octubre de 2010

Las ciudades (II)

Si a los humanos se nos puede clasificar en ciudadanos o rurales, yo no tengo ninguna duda de qué categoría es la mía: soy un bicho de ciudad(es).

Es evidente que estoy flipado con el viaje a Nueva York, no hay más ver la cantidad de entradas que le he dedicado en el último mes. Hay varios motivos para ello, pero probablemente el más importante sea que para mí NYC representa la ciudad por antonomasia: el lugar donde convive gente de diversos orígenes, donde se pone de manifiesto que es mucho más importante lo que nos une a los humanos (voluntad de prosperar, de vivir una buena vida) que lo que nos separa (lengua, raza, religión...).

Sí, ya sé que, como tantas veces, lo que digo tiene mucho de idílico. Que en la ciudad, como en cualquier otro sitio, y a veces más que en cualquier otro sitio, hay discriminación, racismo, clasismo.

Pero no deja de asombrarme la demostración práctica, que se ve en Nueva York más aún que las otras ciudades que conozco, de que, si el roce no hace el cariño, al menos sí propicia la mezcla, aunque no sea más que por acreción, de identidades supuestamente puras para dar como resultado una identidad mestiza, variable, compuesta de retales de aquí y de allá, con la que me encanta dar en los morros a los defensores de las esencias inmutables, a los que tanto asco tengo.

Hala.

"Ladrón de palabras"

Así me definió hace mucho tiempo mi ex-amigo J y se me quedó grabado a fuego, porque el cabrón tenía mucha razón.

Recientemente me han vuelto a decir algo parecido: abuso de las citas, de las referencias, pongo poco de mí y demasiado de otros.

Lo cual a la vez me jode y me alegra.

Me fastidia porque no sé defenderme contra una crítica así. Lo intenté entonces aferrándome a la excusa de que otros han escrito lo que yo quiero decir mejor de lo que yo podría hacerlo, pero parece que no cuela.

Me gusta porque lo interpreto como que a alguien le interesa lo que yo pueda decir. Y eso a cualquiera, y más aun a un exhibicionista emocional de episódica verborrea (como empiece a hablar...), le tiene que alegrar el día, ¿no?

El caso es que, aunque no es la primera vez (está escrito aquí, no me detendré a buscarlo), vuelvo a tomar la resolución de poner más carne en el asador (será por carne...).

Avisadas quedáis.

8 de octubre de 2010

Vargas Llosa

Me las doy de cultureta, pero quien me conoce un poco sabe que es mera fachada, que leo menos libros que sobre libros.

Admito que no he leído (¿aún?) ninguno de los clásicos de Vargas Llosa, de hecho ninguno de sus libros. Lo conozco pues únicamente a través de sus artículos en El País y sus declaraciones públicas, ya sean políticas o de otra índole.

Pero me he llevado un alegrón al enterarme de que le han dado el Nobel.

Primero, porque sé (confío en mucha gente que lo afirma, empezando sin ir más lejos por mi admirado Muñoz Molina (artículo en El País)) que es un gran escritor, independientemente de cualquier otra consideración.


Y segundo, porque este premio siempre lleva implícito un reconocimiento al idioma en que el homenajeado escribe (aunque en esto Muñoz Molina no me da la razón (entrada en su blog)), la hermosa lengua castellana, española, universal, que es también mi jaula de oro.

Descargas químicas de memoria

El encuentro, la cena, la conversación, ya son una forma de regreso. La voz de Serrat cantando Mediterráneo despierta sensaciones indelebles de la adolescencia, los dieciséis o diecisiete años, las ganas de marcharse, las vísperas de una vida quimérica y sin embargo más real que la vida verdadera y forzosa. Corina, la madre de Ana, ha preparado una cena sólidamente española, que nada más entrar en el apartamento ya provocaba, con más precisión que la música, una emoción muy primitiva de reconocimiento. En los sabores y en los olores de la comida hay matices de lealtad que son más poderosos y calan más hondo que los recuerdos. Nada más salir del ascensor al pasillo largo, desierto, fantasmal como tantos pasillos americanos, en el aire había un anuncio de algo muy sutil que alertaba al olfato, un aroma familiar que se hizo más denso al abrirse la puerta, viniendo de la cocina, y también de muy lejos y de mucho tiempo atrás, como los sabores que embriagan el paladar cuando nos sentamos a la mesa y probamos la primera cucharada. En nuestro archivo de los olores y los sabores de eucaristía laica, una rememoración de sensaciones de comidas infantiles: el guiso de garbanzos tiernos, que se deshacen en la boca con la textura justa, el calor sabroso, con los sabores del sofrito y de las almejas, un puro estremecimiento de memorias gustativas, de pucheros hirviendo al fuego y manteles de hule en los días invernales de la infancia, hace mucho tiempo, mucho antes incluso de que llegaran el televisor y el frigorífico al comedor familiar y de que albergáramos por primera vez el deseo de asomarnos al mundo. El potaje de garbanzos con almejas, el vino de Rioja y de la Ribera del Duero son una celebración sentimental del origen que compartimos, de la suma de azares y decisiones que nos han hecho encontrarnos aquí, viniendo todos de tan lejos, como casi todo el mundo en esta ciudad de refugiados e inmigrantes. Los sabores, los olores, la música, el color del vino, su efecto sobre los estados de ánimo, alumbran vínculos entre nosotros y nos llevan de regreso al pasado, descargas químicas de memoria provocadas por las terminaciones nerviosas de las papilas gustativas.

Antonio Muñoz Molina, en Ventanas de Manhattan

7 de octubre de 2010

Deambulando (virtualmente) por NYC

El año pasado, buscando ideas para pasear por Nueva York, di con este estupendo blog: Walking Off The Big Apple (A strolling guide to New York City), que tiene, entre otras muchas joyas, una entrada dedicada a planes de librería + café que ya comenté entonces.

Su autora, Teri Tynes, tiene una lista de sitios web recomendados, muchos de ellos relacionados con la ciudad. Así es como he llegado a esta otra maravilla: Scouting New York.

Se trata del blog de un tipo que trabaja como rastreador (scout) de localizaciones donde grabar escenas de películas en Nueva York, casi ná:

"For the past four years, I’ve worked as a New York City location scout finding locations for feature films. I’ve been pretty much everywhere, from the highest rooftops to the deepest subway tunnels, from abandoned ruins to zillion-dollar luxury penthouse apartments.

"What always amazes me about New York is how much there is to see if you take the time to look. Every street has a hidden gem or two, and yet they go largely ignored by thousands of passersby daily who simply don’t have the time to pay attention.
"

Curiosamente, una de sus últimas entradas habla del set donde se ha reconstruido el paseo marítimo (boardwalk) de la Atlantic City de principios de los años 20, donde se desarrolla la más reciente de las grandes series americanas, Boardwalk Empire, que emite HBO, cuyo primer capítulo está dirigido por un tal Martin Scorsese, y que protagoniza uno de los grandes actores de nuestros tiempos, el extraordinario Steve Buscemi.

(Por cierto, Matt Zoller Seitz, el tipo que escribe sobre Mad Men en The New Republic, también lo hace, con la misma perspicacia, sobre Boardwalk Empire.)

6 de octubre de 2010

Manhattan está siendo permanentemente construida y destruida. El espacio de la isla es demasiado estrecho y las energías del dinero y del comercio que actúan sobre la ciudad son demasiado poderosas como para permitirle que se quede inmovilizada en un monumentalismo de capital europea. Socavones hondos como cráteres de meteoritos ocupan manzanas enteras, y los andamios de nuevos rascacielos ascienden en el aire con el poderío de las grúas gigantes que elevan vigas de hierro, calderos de hormigón y cargamentos de ladrillos hacia los pisos más altos. Las grúas, las excavadoras, los bulldozers, las taladradoras, los camiones con remolques giratorios que molturan el hormigón, agregan sus rugidos al gran fragor de la ciudad, y el suelo tiembla junto a los solares de las obras con una trepidación de fuerzas geológicas, de placas continentales chocando entre sí.

Antonio Muñoz Molina en Ventanas de Manhattan.

5 de octubre de 2010

Coetzee

Si Coetzee es uno de los dos o tres pensadores vivos más importantes, es justo por eso: porque desconfía –como otros– del análisis distante, puramente racional, que acostumbran tanto las ciencias sociales como la mayoría de los intelectuales y porque se compromete –como nadie, con una vehemencia solo suya– con otra vía de conocimiento. ¿Hay que decir que esa vía se llama narrativa? ¿Hay que añadir que incluye, solo en la superficie, personajes y anécdotas y, en su núcleo, un severo desdén por la opinión y la certidumbre de que el fin de la escritura no es concluir sino explorar, no aclarar sino exhibir la densidad de las cosas?

Rafael Lemus en Letras Libres

How Many Times Have You Broken My Heart?

4 de octubre de 2010

"There are roughly three New Yorks"

"There is, first, the New York of the man or woman who was born here, who takes the city for granted and accepts its size and its turbulence as natural and inevitable. Second, there is the New York of the commuter — the city that is devoured by locusts each day and spat out each night. Third, there is the New York of the person who was born somewhere else and came to New York in quest of something. […] Commuters give the city its tidal restlessness; natives give it solidity and continuity; but the settlers give it passion."

E.B. White

2 de octubre de 2010

Montándonos películas

Gran canción de Richard Julian (autor de la fantástica Slow New York) sobre cómo nos montamos películas en nuestras relaciones ¿amorosas?...

No está en Youtube, así que pongo enlace a Spotify:

Richard Julian – Making Movies

No, that wasn't really you, no, that wasn't really me
We were just making movies
Those were two people we pretended to be for a while
We were just making movies

You got into make up, I stuttered my lines
We were just making movies
You said, one minute, I'll draw the blinds
We were just making movies

Lights, camera, action
Ohh, but the coming attraction
Ohh, but the coming attraction
Ohh, but the coming attraction

Special effects, violence and sex
We knew how to make movies
On the edge of our seats, we wanted to know what came next
Sure is fun at the movies

It really looked like a classic, we were well on our way
Till the script got ambitious and the plot went astray
And it left us off here at these questions today
Were we really only making movies?

Was it really only movies?
We were just making movies

1 de octubre de 2010

New York City, such a beautiful disease...



I can't remember what I planned tomorrow
I can't remember when it's time to go
When I look in the mirror
Tracing lines with a pencil
I remember what came before

I wanted to think there was endless love
Until I saw the light dim in your eyes
In the dead of the night I found out
Sometimes there's love that won't survive

New York City
Such a beautiful disease
New York City
Such a beautiful,
Such a beautiful disease

Laura kept all her disappointments
Locked up in a box behind her closet door
She pulled the blinds and listened to the thunder
With no way out from the family store

We all told her things could get better
When you just say goodbye
I'll lay awake one more night
Caught in a vision I want to deny

And did I mention the note that I found
Taped to my locked front door
It talked about no regrets
As it slipped from my hand to the scuffed tile floor

I rode the train for hours on end
And watched the people pass me by
It could be that it has no end
Just an action junkie's lullaby

New York City
Such a beautiful disease
New York City
Such a beautiful,
Such a beautiful disease

We were full of the stuff that every dream rested
As if floating on a lumpy pillow sky
Caught up in the whole illusion
That dreams never pass us by
Came to a tattoed conclusion
That the big one was knocking on the door
What started as a mass delusion
Would take me far from the place I adore

New York City
Such a beautiful disease
New York City
Such a beautiful,
Such a beautiful disease


The Peter Malick Group

You can play with fire but you'll get the bill

Grande Dylan, grande Norah!

La letra que canta Norah cambia el he original de Dylan por un she pero a mí, por supuesto, me gusta más cantársela a ella.

Por cierto, este disco de Norah con el grupo de Peter Malick se titula New York City ("such a beautiful disease", "qué hermosa enfermedad"... Je!).






Heart of mine be still,
You can play with fire but you'll get the bill.
Don't let her know
Don't let her know that you love her.
Don't be a fool, don't be blind
Heart of mine.

Heart of mine go back home,
You got no reason to wander, you got no reason to roam.
Don't let her see
Don't let her see that you need her.
Don't put yourself over the line
Heart of mine.

Heart of mine go back where you been,
It'll only be trouble for you if you let her in.
Don't let her hear
Don't let her hear you want her.
Don't let her know she's so fine
Heart of mine.

Heart of mine you know that she'll never be true,
She'll only give to others the love that she's gotten from you.
Don't let her know
Don't let her know where you're going.
Don't untie the ties that bind
Heart of mine.

Heart of mine so malicious and so full of guile,
Give you an inch and you'll take a mile.
Don't let yourself fall, don't let yourself stumble.
If you can't do the time, don't do the crime
Heart of mine.

Bob Dylan