La falta: a los 30 años, acabo de (empezar a) descubrir a Serrat.
Las razones: Aunque en mi casa (cómo no...) ha habido de siempre varios discos suyos, nunca me ha interesado demasiado. Tengo un problema con su música, con sus arreglos más en concreto. Por algún motivo, en cualquier tipo de música, me cuesta mucho aceptar las grandes orquestaciones, los sonidos apabullantes, aplastantes, algo estridentes. Y a Serrat me parece que le pasa justo lo contrario.
Aun así, debo admitir que Mediterráneo me parece una canción perfecta, redonda, inmejorable.
(Ahora que tanto se habla del himno español y esa letra que le quieren poner (qué miedito...), sugiero que cambiemos esa insípida marcha militar por una combinación de Mediterráneo, el Miña terra galega de Siniestro, Yo me bajo en Atocha de Sabina y Verde, blanca y verde de Carlos Cano, por ejemplo)
Otro día escribiré algo más sobre él, sobre Serrat, pero hoy lo único que quería era introducir esta canción de letra despiadada que acabo de escuchar en La Madriguera mientras conducía hacia aquí, y que Serrat acaba de grabar con Mina:
Sin piedad
Tu derrota es la mía
y mi fracaso tu quebranto, mujer.
Mía es tu ruina, tuya mi agonía.
Tan solo somos un par de perdidos
que no tienen nada que perder.
Y sin embargo, o tal vez por eso,
donde más duele nos damos los besos.
A sangre y fuego,
a sangre y fuego,
te parto el alma
y me mato luego.
No tendré piedad de ti.
No tendré piedad de mí.
Morir matando,
matar muriendo,
sin piedad de ti,
sin piedad de mí.
Callejón sin salida:
así es esa malsana realidad.
Si me entregase a ti me despreciarías
y si te venzo me odiarás
y si huyo no he de verte nunca más.
Me necesitas y te necesito
como la confesión necesita al delito.
Sueño contigo,
sueño contigo,
como la muerte sueña
con alguien vivo.
Joan Manuel Serrat
2 comentarios:
Mmmmm, es curioso porque lo de los arreglos me pasa también con muchas canciones del Jefe Leonard. Hay algunas que yo creo que casi firmaría el productor de Camela. Aun así, es muy muy grande.
No lo había pensado, pero he venido esta mañana escuchando al Cohen, y es verdad que hay algunas canciones un poco horteras, ochenteras en el peor sentido de la palabra (todos los sentidos que se me ocurren son malos, por cierto).
Casi todas pertenecen al disco I'm your man, donde está la infame Jazz police.
Hasta un clásico como First, we take Manhattan, con su sintetizador chungo, se ha quedado bastante obsoleto.
Pero a mí me siguen molestando más las grandes orquestas, los momentos de énfasis forzado. Cuestión de gustos. No todos pueden ser tan elegantes como jefe Van ;-).
Y un poquillo de horterez de vez en cuando no viene mal (o eso quiero pensar...)
En fin, que tienes bastante razón. Pero con lo Camela te has jugado que te borrase el comentario... ;-)
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