Es probable que esto ya lo haya escrito aquí antes, porque es un pensamiento recurrente: tengo la sensación de haberme pasado los últimos años mirándome el ombligo (los anglófonos, tan prácticos, tienen un verbo para esto: navel-gazing), o mirándome la herida.
Y me he perdido muchas cosas, he dejado de crecer, de aprender.
Pero al menos creo que no he perdido la capacidad de volver a hacerlo.
Aunque tenga los músculos mentales algo entumecidos, sé que lo esencial no me falta: la curiosidad.
1 comentario:
" Nada de lo que sucede se olvida jamás, aunque no puedas recordarlo"
La frase es de El viaje de Chihiro pero a mi me ha servido de consuelo muchas veces cuando, igual que tú, tenía la sensación de haber estado dormida durante ciertos años, olvidado que me gustaba, mi interés por las cosas, en definitiva: la curiosidad y lo que la impulsaba. Pero no se pierden las ganas de mirar el mundo y ver lo que ocurre, recuperar la memoria de los detalles, la capacidad de construir sobre lo que creemos ruinas y ahora se han convertido en cimientos. No, nada de lo que eres se olvida jamás, incluso aunque POR MOMENTOS no seamos capaces de recordarlo.
Besote.
C.
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