18 de marzo de 2009

Gran Torino

Algo que probablemente no habría hecho en Madrid (teniendo información de fuentes fiables, mis padres, de que no merecía la pena), acabé haciéndolo en París con Z. y sus amiguitos franceses: fui a ver Gran Torino, la última peli del gran Clint Eastwood.

Y, una vez más, confirmé que, cuando de cine se trata, soy fiel retoño de mis progenitores: no me gustó nada.

Una historia plagada de topicazos de principio a fin, llena de personajes planos, carentes de humanidad, de interés, y además interpretados por unos actores bastante limitados.

No se salva ni el jefe Clint, en la que al parecer será su última aparición delante de las cámaras, que en su papel de viejo gruñón y xenófobo no se corta ni un pelo con unos caretos de cabreo que más bien parecen de estreñimiento.

En fin, una patata. Lejísimos de joyas como Mystic River y bastante peor que Million Dollar baby, que tampoco me pareció ninguna maravilla.

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