Me había prometido no comprarme libros en una buena temporada (iluso de mí, me puse como meta seis meses), pero no ha podido ser. Creo que he aguantado aproximadamente un mes. Pero al menos esta vez el libro lo estoy leyendo, me ha enganchado. Y eso que se trata de un ensayo, o más bien una serie de ensayos, sobre historia. Pero es que el señor Tony Judt, además de saber mucho, escribe muy bien:
La capacidad inglesa para invocar y negar el pasado al mismo tiempo -sentir nostalgia auténtica por un legado falso- creo que es única. Hoy equivale a una expurgación de la memoria en todo el país. Y la asombrosa presteza con la que la industria, la pobreza y los conflictos de clase se han borrado oficialmente y se ha pavimentado encima, de manera que las profundas diferencias sociales se niegan o uniforman, e incluso el pasado más reciente y controvertido sólo existe como una nostálgica reproducción de plástico, es lo que hace creíble a Tony Blair. Es el gnomo en el Jardín del Olvido británico. Muchos votantes, cuando se les encuesta sobre su primer ministro, dicen que les parece insincero y falso; para algunos, incluso es deshonesto: dice lo que quieren oír quienes le escuchan. Pero le aceptan y, en cualquier caso, tampoco ven que haya nada mejor. Aun lejos de Londres hay algo en Blair que parece cierto: es el líder carente de autenticidad de un país carente de autenticidad.
Tony Judt, en Sobre el olvidado siglo XX.
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