29 de julio de 2009

Cultura abierta

Trabajar tan lejos de donde uno vive tiene muchos inconvenientes, eso no hay quien lo niegue.

Pero, haciendo de la necesidad virtud, yo le he encontrado una gran ventaja: mis dos horas diarias de coche me permiten escuchar cosas a las que sé que de otra forma nunca les dedicaría (tanto) tiempo.

Lo más reciente, a lo que llevo entregado los últimos cuatro o cinco días, es esto:

Gracias a mi compi j.m., descubrí el otro día Academic Earth, una estupenda página que recopila vídeos de cursos universitarios (in English, of course), pemite suscribirse a ellos (por RSS), descargarlos fácilmente (vídeo, audio e incluso transcripción, dependiendo de la fuente) y también ponerles nota.

Yo estoy disfrutando del curso sobre mercados financieros que Robert Shiller dio el año pasado en Yale.

Sorprendentemente (mi dispersión es legendaria y no hace sino empeorar últimamente...), voy ya por la séptima clase de un total de veintiséis. Y cada vez me gusta más.

(Aquí pongo también la página del curso en la web de Yale, que contiene más información, como por ejemplo la transcripción de cada sesión)

A mí esto me parece extraordinario, revolucionario, maravilloso: Cualquier persona conectada a Internet (y con suficientes conocimientos de inglés; desconozco si hay algo parecido en español), puede acceder a las enseñanzas de los mejores profesores del mundo (acabo de leer en Wikipedia que Shiller es uno de los 100 economistas más influyentes).

(Para quien no tenga bastante con esto, he aquí otra web, Open Culture, con miles de enlaces de "cultura abierta": cursos, podcasts, libros... Uf!)

3 comentarios:

C. dijo...

A ti lo que te pasa es que deberías trabajar aún más lejos, a unas seis horas y media, concretamente. Que siempre estamos igual...

Lirun dijo...

que bueno

grankabeza dijo...

:-)