Otra voz mágica.
La tenía arrinconada, asociada a otras épocas de mi vida. Pero ahora vuelve con dos discos nuevos, y me reencuentro con el terciopelo de su garganta, con ese Brasil suave, ligero, femenino.
Y vuelvo también al portugués-brasileiro, posiblemente la lengua más dulce, más amorosa, más exquisitamente sentimental.
Música para la felicidad.
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