Si alguien repasa lo que llevo escribiendo sobre la música que me gusta en el blog, que no es poco, se dará cuenta de que el pop no es precisamente lo que más me emociona.
Aunque la etiqueta de "pop" es de las más imprecisas que se me ocurren, yo sé de lo que hablo cuando digo que no me gusta, que me parece ñoño, impostado, insustancial.
Probablemente mi tendencia innata (o sobrevenida, o lo que sea) a la melancolía me incapacita para disfrutar de la supuesta "alegría" que creo que tratan de transmitir muchas de las canciones que meto en el saco del pop al que me refiero. La música que me emociona necesita unas ciertas "raíces", y no ese afán de "ligereza", de intrascendencia, que tan nervioso me pone.
Sin embargo, hay excepciones.
Por ejemplo, la banda sonora de Juno, la última pequeña gran película independiente yanki, en la estela de Little Miss Sunshine (que, por cierto, a mí me pareció un bluff).
Vi Juno el pasado fin de semana, aunque ya me había bajado la música antes. Y, si me gustó en una primera escucha, mucho más ahora que la asocio a los protagonistas de la peli, a la preciosa Ellen Page y al empanado de Bleeker. Y eso que es pop del más ingenuo, alegre y luminoso...
¿Qué me pasa, doztor(a)?
1 comentario:
Nunca me hubiera atrevido a recomendártela...qué fuette:)
Vi la peli hace casi dos semanas y llevo pegada a su música, pues eso,todos los días:O) -y me consta que no soy la única en el planeta BeCeNe-*
Será que yo también me cago con amor;)????
I love Kimya Dawson!!!
pd:* por cierto, más cerca que nunca de los Mandriles,con el Ave-Loz!!a ver si nos vais a pegar algo...:P
petó*
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