Y ya puestos, un tercero, muy apropiado para estas horas del día, aunque no para un día como hoy, mísero miércoles laborable, ay:
El desayuno
Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
"Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno."
1 comentario:
angel dijo...
Acabo de descubrir tu blog, y en él este poema de Luis Alberto de Cuenca que no había vuelto a leer desde hace años, al igual que el de Benítez Reyes. Dos ejemplos del buen decir poético de nuestro tiempo que aprecio reencontrar en este espacio.
saludos.....
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