Por fiiiiiiiiin soy un madrileño de verdad, castizo cien por cien.
Desde el domingo soy vecino del barrio de Lavapiés, o Embajadores, o Centro, o como se llame.
Y desde el lunes, usuario cotidiano del AV(E).
Menudo nivel que tengo, joder.
Aún estoy reconociendo el territorio, tratando de buscar comercios interesantes entre tantísima tienda de ropa y bisutería al por mayor. Y acostumbrándome a los ruidos de Madrid la nuit, qué malacostumbrado estaba yo en mi oasis majariego... :-)
Lo que sí tengo muy claro es que los Ideal me quedan a apenas cinco minutillos, y la Fnac de mis vicios, a poco más.
Menudo peligro que tengo también, joder.
La mudanza definitiva, además, ha coincidido con unos días en que no paso por mi curro, con lo que estoy todo el día offline. Esto me ha hecho darme cuenta de lo completamente enganchado que estoy a la red, en gran medida por este dichoso blog, yo que creía me bastaba un buen libro para ser feliz... ¡Ya estoy tardando en ponerme el adsl!
1 comentario:
bienvenida y bienhallada sea la independencia, la búsqueda y el perpetuo descubrimiento que desde ya te acompañan.
ADSL esencial: la soledad que sea la justa y la salida al exterior que no esté sólo en la puerta :)
hay que mantener ese grado imprescindible de exhibicionismo.
un beso grande.
no sabes la alegría que me da ver hecha realidad esa quimera que sonaba tan lejana e inciera cuando la desvelabas tímidamente paseando por Barcelona...
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