Para otros la mesura. Para otros,
besos asosegados, despaciosas caricias,
ternuras, educada pasión prudente, pausas,
calmo previsto amor. Todo eso para otros.
Y también para ésos las palabras de azúcar
en susurro, manidas cantinelas te esto, te aquello,
y candelabros trémulos y sedas y perfumes.
Para otros esas cosas -o para ti tal vez
en diferente sitio o para mí en tu ausencia-,
mas no para los dos ahora y juntos.
Nosotros nos sabemos amar como alimañas,
con dentelladas fieras, sin piedad, a degüello,
en tierra nos batimos con saña de animales
salvajes predadores por el fuego cercados,
y colisionan dientes, pieles penetran uñas,
orificios se anegan de mares de saliva
y hasta los huesos crujen crispados del abrazo,
con gargantas, con puños, nos amamos con todo,
descuartizando miembros a jirones,
entre terribles gritos del vientre proferidos,
encarnizadamente voraces nos amamos
hasta la última sangre, a muerte,
--------------------------------------a muerte,
------------------------------------------------a muerte.
Como bestias.
Javier Velaza
2 comentarios:
Me ha impresionado
sobre todo la parte final
a ver salgo de mi letargo
porque estoy muerto.
Ya no seria capaz de escribir
con esa fuerza.
Joder Marcos,
hace dias que espío tu blog, sin decir nada. Pero hoy casi me ahogo.
Lo he leído por la mañana, y ahora, antes de dormir. No he podido evitarlo.
Mezcla de miedo y deseo.
Como la vida misma;)
laura
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