Con la excusa de que entre el público que asistió a la proyección del documental estaba Julián Hernández, mítico cantante de los aún más míticos Siniestro Total, me he puesto a rememorar esos tiempos que, como diría mi padre, puede que no vuelvan, de fiestecillas en el local a base de Ante todo mucha calma, el grandioso disco en directo de estos pirados vigueses.
Y así, siguiendo con la línea procaz que inauguró el otro día la canción de Krahe, llego a esta canción que, aunque no es de ese disco en concreto, debía figurar aquí. Ahora que ya no somos tan jóvenes ni tan vírgenes. Castos, mucho me temo, nunca lo fuimos.
Jóvenes, vírgenes y castos
Nos miramos a los ojos
nos cogemos de la mano
expresamos sentimientos
sin caer en el pecado
el respeto nos obliga
a mirar y no tocar
y no debo pensar en otras cosas
no debo pensar en fornicar
pero no puedo parar de pensar en fornicar.
Somos jóvenes, vírgenes, somos castos y estamos enamorados
cuando estoy con mi confesor
siento algo parecido
a lo que siento en mi interior
cuando estoy a solas contigo
nobles gestos y palabras
en purísima armonía
pensamientos puros y duros
como nuestra anatomía
y no puedo dejar de pensar en fornicar...
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