Me maravilla el poder evocador de la música: mientras traduzco, vuelvo a escuchar
The Fall (
Spotify), el disco que Norah Jones sacó justo durante mi primera visita a Nueva York, que escuché compulsivamente esos días y apenas he vuelto a oír desde entonces, y me sobrevienen sensaciones de la ciudad. No son recuerdos concretos, no hay imágenes ni sonidos definidos, pero siento de pronto que estoy de nuevo allí,
that I go back to Manhattan.
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