27 de noviembre de 2011

Mis mujeres

Ya he escrito aquí sobre las mujeres de mi familia, mi madre y mi abuela, y cómo en buena medida han hecho que sea como soy*. También he escrito por supuesto sobre mi hermana Clara y cómo me han marcado su presencia y su ausencia. Como cada 27 de noviembre, siento la necesidad de recordarla aquí.

Ayer, al mostrar esta foto a mis amigas, pensé en cómo me gustaría que Clara me viese ahora, cómo me gustaría compartir con ella esta nueva vida que estoy construyendo en otra ciudad, rodeado de personas bonitas, inteligentes y sensibles, vivas, como era ella.

Cómo me gustaría que hubiese conocido a mis otras mujeres, mis amigas, la familia a la que yo he elegido, con la que quiero seguir creciendo.


¡Un beso, hermana!


* Esta es una entrada sobre mujeres, como tantas en el blog. Siento que las relaciones con las mujeres configuran mi vida mucho más que las que tengo con hombres. Hay una gran excepción, mi padre, que entre otras muchas cosas me enseñó, junto con mi madre, sin sermones ni palabrería, con su continuo ejemplo diario y cotidiano, cómo un hombre y una mujer pueden relacionarse de igual a igual, uno de los mayores lujos que tenemos quienes vivimos ahora, como no me cansaré nunca de repetir.

2 comentarios:

C. dijo...

Claro que sí :)

Anónimo dijo...

Un fuera abrazo.
Dani