A veces tengo la impresión de que me recreo en mi rollo con la música*, de que no es tan importante como quiero hacer creer, que forma parte de mi personaje pero no tanto de mi persona.
Pero hay días en que la necesito en vena para que mi kabeza carbure. (Sé que abuso de esa metáfora al referirme a la música; quizá sea también teatro, pero describe inmejorablemente la sensación que he tenido esta mañana cuando, estando como estaba, ha empezado a sonar Jersey Girl.)
Lo peor es cuando, como me pasa hoy, no consigo cubrir la necesidad genérica con ninguna música en particular, cuando nada me vale ;). Entro entonces en modo búsqueda y recorro Spotify de un artista a otro, picoteando, escuchando tres o cuatro canciones antes de darme cuenta de que no, tampoco es eso.
Y así pasa la vida.
:)
* Por curiosidad, acabo de ver que 358 de las 1531 (!) entradas que he publicado hasta ahora llevan la etiqueta "música", lo cual no está nada mal (y más teniendo en cuenta que en los primeros tiempos el blog no tenía etiquetas, por lo que ese número en todo caso es menor del total).
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