Alguien me preguntó recientemente si no había cosas que no escribía aquí. Diría que, con la elegancia que me caracteriza (...), logré salirme por la tangente sin responder, pero la verdad es que, pese a lo que pueda parecer (van más de cincuenta entradas en apenas tres semanas), hay cada vez más cosas que me gustaría poner en este blog pero que acabo descartando porque me falta valor para hacerlo o me puede el pudor.
Así que, como ni siquiera el guasap me basta, he tomado el único camino posible para todo natural-born blogger que se precie: empezar otro blog. Secreto, bien sûr (ya no tanto; qué le vamos a hacer, cierto exhibicionismo es imprescindible para ser un buen nbb), aunque quizá, con suerte, algún día lo lea alguien más que yo. E incluso, ya puestos a pedir, me responda.
Pero de momento alterno entre los dos. Por si alguien no lo había notado, lo aclaro: las polladas las pongo aquí; las entradas sentidas, brillantes, verdaderas, en el otro. Of course.
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